FC CARTAGENA-SAN FERNANDO CD: 2-1
FC CARTAGENA: Limones (2), Óscar Ramírez (2), Jesús Álvaro (2), Zabaco (2), Moisés (2), Gonzalo Verdú (3), Cristo (2), Rivero (3), Arturo (0), Llorente (2) y Artiles (1).
Cambios: a los 47 minutos se retira Moisés y entra en acción Sergio Jiménez (0); a los 62 minutos Cristo deja su puesto a Isi Ros (0) y en el 73 Germán (-) releva a Arturo.
Banquillo: Ceballos, Marcos, Sergio Jiménez, Sergio García, Isi Ros, Juanlu Hens y Germán.
SAN FERNANDO CD: Migue (1), Mario (1), Vukcevic (2), Rubén(2), Fran (1), Lolo Garrido (1), Francis (2), Galindo (1), Trujillo (2), Carralero (2) y Dani Martínez (1).
Cambios: a los 18 minutos se lesiona Migue y es relevado por Salva (1); en el 57, entra en juego Bruno (2) y se marcha Lolo Garrido y en el 80’ Espinar (-) releva a Carralero.
Banquillo: Eloy, Salva de la Cruz, Espinar, Iván Bazán, Jorge Herrero, Luque y Bruno Herrero.
ÁRBITRO: Carbonell Hernández (1), del comité Valenciano. Enseñó tarjeta amarilla a los locales Llorente e Isi Ros y a los visitantes Rubén, Fran y Lolo Garrido.
GOLES: 1-0, min. 24: Quique Rivero. 2-0, min. 45: Llorente. 2-1, min. 62: Dani Martínez.
INCIDENCIAS: 29ª jornada de Liga de 2ª B, grupo IV, en el estadio Cartagonova. 7.250 espectadores.
El Cartagena venció con más sufrimiento del previsto a un San Fernando, que vio más puerta en la segunda parte que en la primera. Rivero inauguraba el marcador en el minuto 24 y nuevamente, el goleador de moda albinegro, Llorente anotaba el segundo de la tarde, en lo que ya parecía un partido resuelto. En la segunda mitad apretaron los gaditanos, y Dani Martínez redujo distancias, generando mucha zozobra en el juego albinegro y con algún susto incluido para los de Monteagudo, que evitó Limones que fuera a mayores.
LA CRÓNICA por GUILLERMO JIMÉNEZ
Fotos de RAÚL VELASCO
Marcador de 2-1 y sufrimiento a tope desde la perspectiva cartagenerista. Una larga media hora de juego tuvo que padecer al final, tal vez sin necesidad, un descuadernado Cartagena y quienes con pasión albinegra estaban en las gradas del estadio municipal en el estreno de la de la década de partidos que conducen al final de la Liga.
El San Fernando, con gente con mucho oficio, lo puso difícil y hasta asustó en el minuto 71 con un remate que era el 2-2 y que había sido invalidado por fuera de juego señalado por el ayudante del árbitro en la banda. Esa jugada sirvió para que los blanquinegros entrasen en una nube y se olvidasen de jugar como saben -con soltura- y procurasen quitarse la pelota de encima, atenazados por los nervios. Quemaba el balón en los pies en esa fase de protagonismo azulino. Era el castigo para los de casa por no saber machacar el marcador a su debido tiempo.
Once albinegro/Foto: RAÚL VELASCO-SCT
EL GLOBO QUE SE DESINFLA
Los blanquinegros se desinflaron como un globo pinchado por lo que viene a ser cotidiano: se hace un gol, y este domingo mejor –se consigue hasta el 2-0, golazo de Llorente, un artista que ya lleva seis dianas- y una contrariedad, la del gol del valiente San Fernando, cambia radicalmente el decorado. Los que jugaban bien, aunque en intermitencias, ya no lo hacían tan fenómeno, y hasta los más fríos y derechos futbolistas de Monteagudo acababan siendo flanes, nerviosos ante la posibilidad de que un partido colocado en la autopista de un éxito sin problemas, se torciese y no se ganase.
Es una reiteración que abruma: el vicelíder del grupo, aspirante a campeón, borda el fútbol, magrea el balón, domina y no cierra los partidos desarticulando a los adversarios con el arma ofensiva que crea ocasiones de gol pero no mata los encuentros y da vuelos a los conjuntos contrarios. Mérida, Melilla, hoy el San Fernando se le subieron a las barbas y gracias a dos paradones seguidos del meta Limones (minutos 84 y 85) evitaron el fracaso en el marcador ante el San Fernando, que siempre sale a por todas en sus desplazamientos.
En el recuento de oportunidades de gol el Cartagena de esta tarde, de rendimiento cambiante, de veleta movido por el viento al libre albedrío, de claros y oscuros, el muestrario de oportunidades de gol fue casi escandaloso. El único con el santo de cara (y además porque sabe definir, aunque no haya sido nunca ‘pichichi’) fue Llorente y también, antes en el 1-0, Quique Rivero, que dio un recial de juego en la fase aceptable del cuadro de Monteagudo, empeñado en dar crédito ilimitado a futbolistas que, actuando con la mejor voluntad, no resuelven.
Los jugadores albinegros celebran el tanto inicial/Foto: RAÚL VELASCO-SCT
MUCHAS OPORTUNIDADES QUE NO SE TRANSFORMAN
Fue un encuentro para desterrar los peligros y propicio para que la afición ( en dirección a los 7.500) se lo pasase bien. Faltó acierto culminador y no se puede olvidar un par de manos en el área del San Fernando en la que el colegiado no vio nada punible. Pero no es pretexto. El problema es que al Cartagena le sigue fallando la llave para dar por resuelto partidos en los que se pierde del orden de la media docena larga de oportunidades de golear.
El cabezazo de Julio Álvaro al principio del encuentro, la ocasión de Artiles, las varias de Arturo, que a veces hace bien lo más complicado y pifia en lo sencillo, y hasta Germán, su relevo, ya en los últimos segundos erró solo ante la meta. Sin contar otros momentos de gol. Y al final el San Fernando, que superó el relevo de la lesión de su portero titular, este equipo modesto pero deportivamente agresivo, como la levadura hizo crecer el pan de sus ilusiones y rozó el empate.
Al portero Limones, cuestionado por algunos, se debe el que todo acabase en pesadilla para los seguidores locales pero con los puntos en la cuenta, en tarde de ensayo del estreno del Himno de Filiu.
Germán sustituyó a un desacertado Arturo/Foto: RAÚL VELASCO-SCT
