Aquella temporada el equipo extremeño acabaría en el puesto 17 lo que le supuso su descenso a Segunda, de la que no solamente no saldría sino que terminaría con otro descenso a Segunda B y su posterior desaparición por mor de las deudas millonarias que tenían contraídas.
En esta ocasión el campo extremeño se llenó hasta los topes con 11.580 espectadores de los que unos 400 eran aficionados cartageneristas. Pero en Almendralejo se frotaban los ojos, y esa es la verdad, viendo las repletas gradas del campo extremeño a pesar de la alta temperatura, que en muchos momentos llegó a ser insoportable.