viernes. 19.04.2024

Una camiseta de fútbol cuesta entre 10 y 15 €, mientras que los pantalones ascienden a unos 8 – 12 € y las medias pueden costar entre 4 y 8. Si a esto le añadimos el precio de la serigrafía, habrá que sumar entre 2 y 5 € dependiendo de que se quiera o no dorsal en el pantalón, nombre del jugador, escudo del equipo, etc. Por tanto, solo la ropa puede superar con facilidad los 30 €. El problema es que prácticamente cualquier equipo necesitará una segunda equipación con colores diferentes, para cuando estos coincidan con los de su rival, por lo que habría que aumentar el presupuesto al doble. El precio de las botas es difícil de predecir ya que si son de las más reconocidas en el mercado pueden superar la centena de euros con holgura, aunque también hay opciones por unos 40 €.

Además de esto, para participar en cualquier tipo de competición organizada los jugadores deben tener un seguro deportivo. Lo que en el caso de los adultos que no son deportistas de élite suele ascender a los 80 € más o menos. Un error común es creer que si se crea una liguilla con otros grupos de amigos no es necesario este seguro, pero en realidad sí que lo es, y de hecho es una medida que ha hecho mucho daño al deporte amateur, aunque supuestamente sea con la intención de que todo el ámbito de la práctica deportiva sea más seguro.

Otro gasto que suele ser muy importante a largo plazo, es el alquiler de un campo para poder entrenar. A mayores, si se participa en competiciones oficiales, habrá que pagar fichas federativas y lo precios de los arbitrajes.

Por tanto, un jugador aficionado que quiera jugar en un equipo es muy probable que tenga que invertir más de 200 €. Para reducir este coste, que en ocasiones asciende a bastante más, es habitual que los equipos organicen barras libres, sorteos y rifas, vendan lotería de navidad y traten de encontrar patrocinadores. Con todo es habitual que los esfuerzos de los jugadores y sus amigos no sean suficientes, y acaben teniendo que soportar una parte importante del gasto. Por ello no sorprende que, de acuerdo a Matchbanker, uno de los motivos habituales para solicitar un préstamo de consumo sea el ocio deportivo. Especialmente en cuanto se quiere optar por algo más que la tradicional pachanga con los amigos, es difícil asegurar que hacer deporte sea barato.

Muchos dirán que para hacer deporte no es necesaria la competición, lo cual es cierto, pero quienes lo hayan practicado, sabrán que el hecho de estar compitiendo, para muchos agrega la motivación suficiente para seguir. 
 

¿Cuánto cuesta jugar al fútbol?
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