Estaba acompañado de Manolo López, expreparador físico albinegro en la pasada campaña y ahora trabajando también para el equipo vinícola. Jorge Perona es un enamorado del fútbol. Eso nadie puede discutirlo.
El actual futbolista del Jumilla, a sus 34 años, sigue disfrutando. Se encuentra bien, en forma, y piensa seguir en activo hasta que el cuerpo se lo permita. Le gusta ‘el verde’ y eso lo dice el propio jugador que, aunque ha tenido que desempeñar la faceta de director deportivo en el Jumilla, su pasión como futbolista sigue intacta.
En el futuro a corto plazo no sabe aún lo que hará ni si va a seguir en activo. Reconoce, eso sí, que le atrae mucho más ejercer como entrenador que perderse en los vericuetos de cualquier secretaría técnica. Si ahora lo ha hecho ha sido por ayudar al Jumilla ,pero sus tiros van a ir dirigidos al banquillo.
Por esas razones se acercó hasta La Manga Club “para ver un poco de fútbol” nos decía cuando hablamos con él. Perona guarda buen recuerdo de su paso por el Cartagena aunque no tanto de otros capítulos más enrevesados como aquel increíble cese de Pacheta en la última jornada de liga y en vísperas de disputar el playoff.
En el Jumilla se encuentra a gusto. La pasada temporada fue uno de los grandes salvadores de aquel equipo castigado por las circunstancias de contar con unos dirigentes italianos que hicieron más daño que otra cosa a la marca Jumilla. Este verano volvió a ser clave en la contratación de Pichi Lucas, con el que coincidió en el Oviedo. Ese fichaje tan acertado está teniendo mucho que ver en la excelente campaña jumillana.
Al Cartagena le conoce muy bien. Está convencido de que al final jugará el playoff aunque no sabe si como campeón o en cualquier otro puesto “pero buen equipo tiene” remarca el valenciano quien, al final del entrenamiento, también dialogó un rato con el dirigente albinegro Manolo Sánchez Breis, con el que le une una buena relación.
