Redacción
15 de mayo de 2017, 0:53
Si algo hubo en este Cartagena-recreativo fue emoción. A falta de goles todo el público estaba pendiente de que hubiese algún gol, a favor o en contra, que diese la vuelta al partido en un sentido o en otro.
Los cartageneristas jugaron un buen primer tiempo pero fueron bajando la inyensidad conforme los minutos iban pasando, la responsabilidad crecia y no se podía tener ningún fallo que condenase sobre todo al Cartagena, que era el único equipo que tenía algo en juego.