viernes. 29.03.2024

Rien de rien

Nada de nada cantaba Edith Piaf desde lo más profundo de su alma con un sufrimiento que hace que cada persona que la escucha se estremezca y sea capaz de sentir su dolor. Así salimos ayer del estadio, con un profundo sentimiento de tristeza.

Después de una semana de excelente comunión entre el Club y la ciudad, algo que hemos echado de menos durante muchos años y que descarto totalmente que haya influido en el equipo, llegaba la hora del gran partido. El tópico de que son tres puntos no vale para estas ocasiones. Hay algo más y todos los sabemos. Los datos, que tanto me gustan, presentaban dos equipos con el mismo balance en los últimas cinco jordanas: dos victorias, dos empates y una derrota. Lo normal es que hubiera sido un partido más ajustado y decidido por pequeños detalles. Pero no lo fue. Lo curioso es que la última victoria visitante del Murcia data del 18 de diciembre. Pero ayer volvieron a ganar fuera de casa y en nuestra casa. La derrota que nadie quería ver ni sufrir.Rien de rien

Un Cartagena nervioso se mostró más nervioso aún con el tempranero gol visitante. El equipo sufre sin el balón y el Murcia se lo quitó. Los visitantes encararon los primeros minutos con la intención de dar un golpe y dejar que la tensión hiciera el resto. Una vez superado el golpe volvió el Cartagena que hemos visto durante casi toda la temporada y todo se igualó. El equipo se retiró al descanso con una grada entregada y con la sensación de que la remontada, palabra tan de moda y que tanto le gusta a la compañera tuitera Inma Boluda, saltaría junto al equipo al salir de los vestuarios. Rien de rien…

La segunda parte fue un calco de la primera. Otra vez volvieron los nervios y otro gol en los primeros minutos que supuso otro tremendo mazazo. La Segunda b vive del balón parado, es lo primero que se aprende desde pequeño. La sensación en el público de que los granas estaban siendo superiores dejó a la grada congelada. Y se notó. Ya se empezaba a escuchar el “saca a…” y las soluciones rápidas que nos hacen ganar los partidos fácilmente. Sinceramente, cualquier cambio posible habría dado el mismo resultado. Lo curioso es que ahora aparezca tanto el nombre de Sergio García cuando ha sido tan señalado durante toda la temporada. Rien de rien…

Y llegó la puntilla. Y nuestro rien de riense convirtió en un ríen, ríen para los visitantes. Llegó el penalti y la ilusión. Arturo asumió la responsabilidad y falló. No está bien y es más que evidente. No hace falta que se lo recordemos cada vez que toque un balón, lo que tenemos que intentar es que recupere la confianza. Si desde el minuto diez ya se le está criticando no vamos a conseguir nada. Lo necesitamos, al igual que al resto, hasta el final de la temporada. Es nuestro delantero nos guste más o menos.

Tenía en la cabeza un título para la columna de hoy: “Orgía de 12.736 personas en el Cartagonova”, para premiar la tremenda asistencia en el partido del año y la posible victoria. Rien de rien

Destacar que el aficionado asumió la superioridad del rival y no ha entrado en el estado catastrofista de otras ocasiones. Ya tenemos la mente en Marbella, algo que me parece muy positivo y destacable. Allí son tres puntos, y no suspensivos… 

 

 

 

 

 

 

 

Rien de rien
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