viernes. 29.03.2024

El crédito (II parte)

 Unas semanas antes del partido contra el Real Murcia escribí en este mismo medio un artículo titulado “El crédito”, en el que de manera genérica, y lamentablemente premonitoria en lo que respecta al F.C. Cartagena, establecía una comparación entre las crisis deportivas y las que a veces se dan en el mundo empresarial. Decía en aquellas líneas que el crédito es el principal recurso al que hay que acudir en tiempos de crisis, que es algo que se tarda mucho en ganar y muy poco en perder, y añadía que este club, en mi opinión, había ganado ya cierto crédito. Tirando de hemeroteca, observo que no fui el único en usar el mismo término por aquellas fechas. El 28 de febrero, después de un partidazo frente al Lorca seguido de un empate discreto ante el Melilla, escribía Manuel Sánchez Breis, visiblemente molesto, en twitter: “…Alberto y el equipo se merecen un crédito”. Al leer lo anterior, he comprendido que algunas polémicas sobre las que se viene hablando esta semana, a raíz de la rueda de prensa de los señores Breis y Belmonte, venían cociéndose lentamente.

Y esto me reafirma en la idea de que el reconocimiento de los errores en los fichajes de invierno, la petición de apoyo a la afición, e incluso las críticas públicas a los periodistas, habrían sido mejor recibidos de haberse producido antes. Como ya han escrito otros antes que yo, esto parece un claro error de comunicación por parte de dos directivos que son habitualmente grandes comunicadores. Pero no hagamos leña del árbol caído. No seré yo quien discuta si el señor Monteagudo debe quedarse o salir, o si la salida de tal jugador o la llegada de tal otro fue un acierto o no lo fue. Como aficionado que va al campo cuando buenamente puede, en las últimas semanas me han llamado la atención ciertas excusas e incluso cierto paternalismo hacia los jugadores, justo cuando arreciaban las críticas ante el patente mal juego y malos resultados.

Seguramente había buenas razones para esa actitud, pero desde fuera costaba entenderlas, e intuyo que ahí es donde más de uno ha terminado por hartarse, manifestándolo incluso por escrito, y generando una “burbuja” de malestar en el seno del club, que no se pinchó hasta este lunes. Por otro lado, tengo que aplaudir a la directiva por su coherencia, pues en uno de los momentos más críticos desde su llegada a Cartagena, han sabido mantener su discurso de apoyo a los jugadores y al cuerpo técnico, de proyecto a largo plazo y de estabilidad institucional, siendo todas estas cosas raramente vistas en Cartagena en épocas anteriores y que el público mayoritariamente agradece y valora.

A partir de aquí, existen dos caminos posibles: contribuir al mal ambiente o hacer lo posible porque este cambie. Yo me apunto sin dudar a lo segundo. El equipo está mal de ánimo, la directiva está dolida, algunos periodistas también lo están, los aficionados estamos cansados de sufrir, y todos tenemos nuestras razones. He querido volver a sacar el mismo asunto para recordar a quien lea estas líneas que, pese a todo, esta directiva sigue teniendo crédito, que con su crédito han avalado –no sabemos por cuánto tiempo- la continuidad de Monteagudo, y que los jugadores –varios de ellos cartageneros- se merecen una última oportunidad, pues muchos de ellos, es ley de vida, no estarán en Cartagena el año que viene.

Por otro lado, y que quede bien claro, esta prensa y esta afición también tienen crédito y, sin que esto sea motivo de superioridad, lo han demostrado en circunstancias mucho más negras que la actual. Así que pasemos página y centrémonos en los 90 minutos que restan de liga, que con poca suerte que tengamos, serán los mejores de los últimos dos meses. Un saludo a todos y… ¡A por el Recre!

El crédito (II parte)
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