26 de septiembre de 2011, 13:17
El equipo colegial debutaba en casa con ciertas dudas contra un equipo murciano con gente experimentada y de mayor talla que los cartageneros.
En los primeros compases del partido pudo verse mucha igualdad, hasta casi el minuto 20 aproximadamente, Maristas opuso resistencia con un inspirado Javi y varios goles desde el pivote.
En ese instante debido a las perdidas de balón por parte de Maristas y al contraataque de los murcianos el marcador se desequilibró hasta haber una diferencia de siete goles al descanso a favor del equipo visitante.
Ya en la segunda parte, Maristas, apoyados en una defensa mas seria que en la primera parte unido a la continuidad de Javi y algunos goles de Pedro, pudo ponerse a cuatro goles a falta de quince minutos para el pitido final, pero los murcianos empezaron a jugar con los extremos y seguidos de su lateral izquierdo se marcharon de nuevo.
Aun así Maristas consiguió empatar la segunda parte y marcharse a la ducha con la sensación de haber luchado y de que hay mucha liga por delante. También hay que añadir que la actuación arbitral fue discreta, sin echarles en ningún caso la culpa de la derrota.
En los primeros compases del partido pudo verse mucha igualdad, hasta casi el minuto 20 aproximadamente, Maristas opuso resistencia con un inspirado Javi y varios goles desde el pivote.
En ese instante debido a las perdidas de balón por parte de Maristas y al contraataque de los murcianos el marcador se desequilibró hasta haber una diferencia de siete goles al descanso a favor del equipo visitante.
Ya en la segunda parte, Maristas, apoyados en una defensa mas seria que en la primera parte unido a la continuidad de Javi y algunos goles de Pedro, pudo ponerse a cuatro goles a falta de quince minutos para el pitido final, pero los murcianos empezaron a jugar con los extremos y seguidos de su lateral izquierdo se marcharon de nuevo.
Aun así Maristas consiguió empatar la segunda parte y marcharse a la ducha con la sensación de haber luchado y de que hay mucha liga por delante. También hay que añadir que la actuación arbitral fue discreta, sin echarles en ningún caso la culpa de la derrota.
