8 de mayo de 2010, 2:00
Descienden por la vía rápida los jugadores del CD Mediterráneo que agredieron brutalmente al árbitro Samuel de Haro, que pitaba un encuentro de fútbol base entre el equipo local y el Murcia. De Haro tiene que ser operado de la mandíbula y la justicia tendrá que actuar por ese atentado que desde aquí reprobamos.