Longás se embarca con nosotros

“En un principio quería hacer periodismo”

“Joan Barberá ya se fijó en mi siendo más jovencito, cuando me enfrenté al filial del Barça”

“Natalie Portman me parece muy guapa”

Cinco partidos de liga y ya sumáis tres derrotas, la última ante el Córdoba. Estamos bastante fastidiados por la pasada derrota, pero sobre todo por cómo se produjo, otra vez de córner… Da rabia que te ganen haciendo tan poco… Aun así hay que seguir confiando en este equipo. Sólo falta corregir pequeños detalles.

¿Cómo son las horas posteriores al subidón de adrenalina de un partido? Depende de cómo haya ido el partido. Hayas perdido o ganado te cuesta dormir siempre. Antes del encuentro te sueles tomar un café para motivarte y luego pues por el esfuerzo y eso cuando estás muy cansado te cuesta dormir. Si has perdido te quedas hecho polvo, luego vas recuperando a lo largo de la semana.

Define tu trayectoria:

¿Crees que es importante combinar la práctica deportiva con una formación adicional para el día de mañana? Es muy importante, de hecho yo he empezado tres carreras. En un principio quería hacer Periodismo pero esa titulación no estaba en Zaragoza así que comencé con Dirección y Administración de Empresas y creo que me equivoqué. A mi siempre me había gustado escribir, leer y todo eso… Después me matriculé en Filología Inglesa por la UNED en la etapa del Tenerife, tampoco me gustó mucho. El año pasado lo intenté con Geografía e Historia y este año me he apuntado a una academia de inglés que hay debajo de mi casa.

Toché, De Lucas y Longás: ‘los tres mosqueteros’, siempre juntos la temporada pasada… ‘Las tres mellizas’, así nos llamaba el mister (ríe). Se echa de menos a Quique, si andabas de bajón te levantaba el ánimo, tenía mucho sentido del humor.

¿Es Juan Ignacio Martínez tan buen motivador como dicen? Para mí lo más importante en un entrenador es que sepa sacar lo mejor de ti. Y, en ese sentido, Juan Ignacio lo ha conseguido conmigo. El año pasado fue con diferencia mi mejor campaña a nivel futbolístico.

Juegas en la zona de creación, una suerte, ¿verdad? Mi posición es la mejor, yo por lo menos es donde más cómodo me siento, desde donde se mueve el cotarro, aunque también tienes mucha responsabilidad. Esa posición te hace ser el encargado de hacer jugar al equipo, no es fácil.

¿Qué te pasó el año pasado en la segunda vuelta? Soy bastante autocrítico, si que es verdad que en la segunda vuelta decaí un poco. También hubo buenos partidos pero después de una lesión, te cuesta. El mister acabó quitándome… poco más.

¿En qué porcentaje se cumple la estrategia ensayada durante la semana? A los entrenadores les gusta mucho esto de la estrategia. Si se mete un gol de córner o de falta, le otorgan mucho mérito al entrenador.

¿Qué es lo que no funciona muy bien en el equipo? En todos los equipos que he estado es difícil que salga la estrategia. Ten en cuenta que el equipo contrario procura estar alerta en esas jugadas. Aunque son precisamente nuestros contrarios los que andan acertados en estrategia, acuérdate del partido en Soria donde nos comimos un rechace.

¿Cuánto tiempo dedicáis a analizar las jugadas del partido anterior? Sólo veo el video que nos pone el míster a lo largo de la semana, en casa no veo nada. Solemos corregir errores el miércoles, uno de los días más intensos de entrenamiento.

¿Tienes amuletos? No, en todo caso alguna superstición. Procuro salir el último al terreno de juego y hacerlo con el pie derecho. El año pasado tuve que dejar a Rubén. Él era mucho más supersticioso que yo. Pero, vamos, he ganado y perdido partidos haciendo lo mismo. Manías, al fin y al cabo.

Supongo que con ganas de que se recupere Mariano Sánchez… Está claro que es de los jugadores más importantes de esta plantilla. Como su lesión no es grave en breve lo tendremos dando guerra.

Un año en el filial del Barcelona, ¿cómo te dejó escapar Luis Enrique? Tenía veinticinco años y esa edad en un filial es mucho. Luis Enrique me dijo: “Antonio, nosotros estamos encantados de tenerte y si este año decides quedarte tienes las puertas abiertas, pero entendemos que tienes una edad y si te sale alguna oferta de Segunda o Primera no te vamos a fastidiar”. Se portaron muy bien conmigo, la pena es que tenía veinticinco años. Joan Barberá ya se fijó en mí cuando, siendo más jovencito, me enfrenté al filial del Barça estando en el Zaragoza.

¿Qué te parece Sara Carbonero? A poca gente no debe gustarle esa chica, es una belleza. Al verla, dices: esta chica es guapa. Creo que le han dado muchísima caña durante el Mundial y hay que reconocer que lo está haciendo muy bien. No pienso que le hayan regalado nada.

¿Cómo es eso que tienes una camiseta de gondolero? Ah!, pues, me la compre en Venecia cuando hice el Interrail. Me fui con un par de amigos a recorrer Europa, tenía veinte años. Estuvimos en Italia, Alemania, Croacia, Austria… Una experiencia que recomiendo a todo el mundo. Gran pérdida la de Labordeta para tu tierra… Era tío mío… Que no hombre, que es broma… (Antonio, bromea)  Una gran pérdida sí, me resultaba gracioso verle con su mochila a cuestas… Guillermo Jiménez, presidente de este diario digital, opina que eres uno de los jugadores más técnicos del Cartagena y de toda la Liga Adelante. Pero también opina que eres un pelín individualista. Otros, sin embargo, me dicen que tendría que ser más individualista e intentar pegarle a puerta tras hacer la jugada.

Privadísimo

¿Veremos al diez albinegro marcando para el FC Cartagena? Si no cerráis los ojos yo creo que sí lo veréis, este año tiene que llegar. 

Ahora que la ciudad portuaria está en fiestas, hablemos un poco de sus gentes. ¿Qué destacarías del carácter de los cartageneros? Se asemejan bastante a los zaragozanos, son gente muy llana. Me sorprendió que aquí también se utilizara lo del ‘ico’, pequeñico, poquico…  Pensaba que esa terminación sólo era nuestra.

¿Qué es lo que más te gusta de Cartagena? La forma de vivir. Cartagena es una ciudad tranquila en la que tienes de todo pero sin el stress de Madrid o Barcelona. El mar también ayuda, el clima es muy importante para el estado de ánimo. En Barcelona y Tenerife había mar y levantarse por la mañana con sol era una gozada.