24 de noviembre de 2009, 1:00
Hasta los topes estaba el local a la hora de iniciar una de las tertulias más blanquinegras que recordemos. Con la dirección de siempre, Herminio Carlos, y también con los tertulianos de siempre, Guillermo Jiménez, Manuel Ángel Balaguer (ambos de SPORTCARTAGENA) además de Isidoro García y del aficionado José Antonio García, el hombre del ‘600’ blanquinegro, allí ha estado Pascal Cygan, omnipresente él entre los aficionados, comiendo lo justito, nada de engordar ni un gramo y firmando autógrafos a diestro y siniestro, sin olvidar tampoco a María José Belchi, publicista de la SER, presta, guapa y atenta a lo que haga falta.
Con una media sonrisa ‘Mariscal’ Cygán ha hecho feliz a aquellos comensales que han acudido expresamente a verles, como Juan y su familia casi al completo (de Ferronaval) o Ramón, un cartagenero que trabaja en Arabia Saudí fiel seguidor de nuestro diario en aquellas tierras.
Messie Pascal reconocía nada más entrar en directo que nada tiene que objetar a su expulsión pero también que el árbitro pudo y tuvo que haber enseñado más tarjetas, que no estuvo bien, vaya.
Afirma que el vestuario albinegro está decepcionado con esta derrota en el último instante “porque son de las que más duelen” y que perder de esta manera “es terrible”. Espera, no obstante reiniciar otra buena racha “porque estamos jugando muy bien”.
Contento en Cartagena, como ya saben nuestros lectores, llegó el turno para los demás. Mientras M. A se atrevía a romper una lanza a favor del criticado Tato Isidoro opinaba todo lo contrario “muchos minutos, demasiados”, dice. Por su parte Guillermo cree que muchas de las culpas por haber perdido la tiene el casi imberbe canario Alejandro Hernández, uf, que pesadilla ¿verdad?
Así ha transcurrido una sobremesa repleta de anécdotas y cargada de buenas intenciones, especialmente la de enderezar el rumbo y seguir soñando con el salto a la máxima categoría.
Con una media sonrisa ‘Mariscal’ Cygán ha hecho feliz a aquellos comensales que han acudido expresamente a verles, como Juan y su familia casi al completo (de Ferronaval) o Ramón, un cartagenero que trabaja en Arabia Saudí fiel seguidor de nuestro diario en aquellas tierras.
Messie Pascal reconocía nada más entrar en directo que nada tiene que objetar a su expulsión pero también que el árbitro pudo y tuvo que haber enseñado más tarjetas, que no estuvo bien, vaya.
Afirma que el vestuario albinegro está decepcionado con esta derrota en el último instante “porque son de las que más duelen” y que perder de esta manera “es terrible”. Espera, no obstante reiniciar otra buena racha “porque estamos jugando muy bien”.
Contento en Cartagena, como ya saben nuestros lectores, llegó el turno para los demás. Mientras M. A se atrevía a romper una lanza a favor del criticado Tato Isidoro opinaba todo lo contrario “muchos minutos, demasiados”, dice. Por su parte Guillermo cree que muchas de las culpas por haber perdido la tiene el casi imberbe canario Alejandro Hernández, uf, que pesadilla ¿verdad?
Así ha transcurrido una sobremesa repleta de anécdotas y cargada de buenas intenciones, especialmente la de enderezar el rumbo y seguir soñando con el salto a la máxima categoría.
