El padre Parada hizo una homilía extraordinaria graciosa y alegre.

Destacó tus aficiones "tu coro y tu Efesé”. Los que te conocimos sabemos cómo eras, una persona genial.

No puede hablar durante la homilía aunque el padre Parada me lo pidió pero tenía un nudo en la garganta que me fue imposible pero ahora, más tranquilo, me gustaría destacar la gran persona que eras.

Fuiste la persona que me inició en el futbol y me trasladaste tu pasión por este deporte, me orientó, educó en la vida además de casarme, bautizar a mis hijas, sobrinos y la comunión a ellas.

Todos tenemos un padre y una madre. Yo he tenido dos padres y una madre.

Recuerdo el día que estuvimos en Palencia con los juegos escolares yo como entrenador y tú como delegado. Después de jugar salimos a pasear por la ciudad y entramos en una iglesia al salir me dijiste:

TurpÍn- Sé lo que has pedido al Cristo.

Yo- Si padre pero es personal.

Turpén- Sé lo que has pedido.

Yo-No puede ser padre.

Turpín. - Has pedido que tu mujer se quede embarazada.

Yo-Padre es usted un poco tramposo.

Turpín -¿Por qué?

Yo- porque tiene enchufe con el de arriba.

Como nos reímos esa tarde.

Ya no me llamarás para saber cómo ha quedado tu Cartagena. Quiero expresarte mi gratitud por tantas cosas que has dado formación, educación cariño y tu amistad. Todo ello estarás siempre conmigo y te recordaré mientras viva y estarás en mi corazón. Me despido de ti diciéndote gracias padre, gracias por todo.