Nunca hasta hoy se había registrado una entrada tan floja de público como la de este domingo 21 frente al Burgos. Los 5.478 espectadores que acudieron al recinto cartagenerista al mediodía –según marcaban esos tornos que tanto han fallado desde la primera jornada y que nadie ha dicho que ya estén arreglados de forma fehaciente- se convierten así en la peor de los ocho partidos que se han disputado hasta la fecha.
Sin embargo, más que el hecho de quedarnos con ese dato –el de la peor entrada de público- habría que preguntarse otras cuestiones que tampoco son baladí.
Por ejemplo, las verdaderas causas por la que unos 2.700 abonados –un tercio aproximado de la masa social—no acudieron a este cita serían (o serán) bastantes y variopintas, a saber:
1º) ¿Por el horario tan inusual de las dos de la tarde?
2ª) ¿Por la lluvia y el posible frio que luego no fue el caso?
3º) ¿Por qué hay desmotivación con el equipo?
4º) ¿Porque este fútbol actual ya es un negocio puro y duro?
5º) ¿Por compromisos personales y comidas familiares?
Ahí dejamos estas cinco posibilidades que podrían ser más, pero que las resumimos en estas cuestiones para que cada cual que las responda a sí mismo.
