Belmonte se puso las gafas para leer de cerca, pero no le hizo falta leer nada. Improvisó para despachar la rueda de prensa de presentación del jugador Dani Ábalo que coincidió con la de la renovación de los apoyos del Centro Médico Virgen de la Caridad, un nuevo año. Está claro que, casualidad o no, esperando, esperando pacientemente al final ha llegado a la plantilla un futbolista con el que era muy difícil poder disponer desde la vertiente blanquinegra.
Por su calidad, por su trayectoria y por lo mucho que puede dar al fútbol todavía, con 30 años que va a cumplir este mes de septiembre.. El nombre de Abalo ha debido de estar aparcado al final del estacionamiento de las gestiones de los fichajes de verano, por la dificultad que entrañaba traer al delantero Top del Korona Kielze . Han sonado múltiples nombres en las últimas semanas de atacantes que al final quedaron en el limbo. Todos los que han llegado tienen a priori la gracia de haber caído de pie ante la afición: Aketxe, Moussa, A. González, Poley, Hugo y están por ver Kuki Zalazar (pocos minutos hasta la fecha) y el venezolano Farisato cedido por el Valencia. Puede ser Abalo la guinda. Como hace en 2010 lo fue un Víctor Fernández de otra manera de ser y de jugar, pero una referencia en suma.
El gallego, que ha conocido en sus botas el fútbol de otros cuatro países (Portugal, Bulgaria, Turquía y Polonia), aun siendo culo de mal asiento ha dicho cosas interesantes en la rueda de prensa de su presentación. Sinceridad al no ocultar que el ejercicio 2016-17 fue desdichado para él por lesiones que no le dejaron responder acorde con su capacidad. El Cartagena ha hecho una apuesta por este jugador que años atrás se ganó el aplauso de la grada de Balaídos y que hoy llega a ser albinegro, por una suma de circunstancias que han allanado su entrada en el Cartagonova para recuperar su tiempo perdido con una campaña triunfal y favorable para todas las partes. Ojalá sea así./ G.J.
