27 de agosto de 2010, 2:00
El meta Rubén ya tiene los dos pies en el Málaga y su marcha al club andaluz es cuestión de horas,quizás en este fin de semana incluso antes de que Buitrago –director deportivo cartagenerista- se decida por el sustituto. Los numerosos ofrecimientos que no cesan de llegar al Cartagonova no convencen, unos por la edad, otros por su inexperiencia y también hay alguno que gusta pero a un precio desorbitado.Pero el hecho de que Rubén ya no viaja lo decide todo, definitivamente.
Lo que si está decidido es la duración del contrato de Rubén, que será de cuatro temporadas y cobrará tres veces más que en el Cartagena. No hay relativa prisa porque el Málaga tiene tiempo hasta el martes por la noche (cuando expira el plazo de fichajes) para diligenciar su ficha en la Liga de Fútbol Profesional. Así fue redactado en el contrato del futbolista por el adjunto a la dirección general, José María Fernández Mochón, tras el apretón de manos entre el representante del guardameta, el escocés Bill McMurdo, y el adjunto a la dirección deportiva, Sandro Sierra. El acuerdo entre el club de Martiricos y el jugador es total, y sólo falta de que se concrete la forma de pago de los 1,2 millones de euros. Es lo único que falta para que el Cartagena dé el visto bueno a la operación, Rubén viaje a Málaga y se rubrique el compromiso.
El portero gallego también sabe, por tanto, que consume sus últimas horas como cartagenerista. Ya está más tranquilo. Sus compañeros también lo saben y le gastan bromas como las que vemos en la imagen de Raúl Velasco, que corresponde al entrenamiento cartagenerista de este jueves por la mañana en el estadio Cartagonova. Su marcha sólo es cuestión de tiempo, de horas más bien, que juega en contra de los albinegros a los que les urge dos cosas prioritarias: encontrar un sustituto en condiciones y cobrar el 1,2 de euros con el que se ha alcanzado el acuerdo.
Por otro lado en el Málaga ya tienen prácticamente decidido que Rubén Martínez lucirá el dorsal 25, que corresponde en los últimos años a uno de los tres porteros de una plantilla de Primera División. Este número pertenecía la pasada campaña a Roberto Santamaría, ex del Osasuna, que apenas gozó de oportunidades en el equipo malaguista.
El portero gallego tampoco podrá despedirse de la afición, que se muestra dividida en cuanto a su salida. Para unos es lo normal y lo entendible, las oportunidades se dan pocas veces en la vida, para otros es tanto como dejar a los cartageneristas con el culo, con perdón, al aire.
Lo único cierto es que la trayectoria de Rubén como cartagenerista ha sido de sobresaliente. Lo trajo Fabri González a principios de la temporada 2008/2009 porque le conocía de su etapa juvenil por Galícia y fue todo una, llegar y jugar a costa de otro gran guardameta como Castilla (ahora en el Palencia) que acabó siendo su suplente.
Rubén, buen chico y excelente portero, ha tenido más aciertos que errores, que ojo, también los tuvo porque no es infalible. Ahora su vista la tiene puesta ya en Martiricos, la calle donde está ubicada la sede del Málaga, le esperan con los brazos abiertos.
Lo que si está decidido es la duración del contrato de Rubén, que será de cuatro temporadas y cobrará tres veces más que en el Cartagena. No hay relativa prisa porque el Málaga tiene tiempo hasta el martes por la noche (cuando expira el plazo de fichajes) para diligenciar su ficha en la Liga de Fútbol Profesional. Así fue redactado en el contrato del futbolista por el adjunto a la dirección general, José María Fernández Mochón, tras el apretón de manos entre el representante del guardameta, el escocés Bill McMurdo, y el adjunto a la dirección deportiva, Sandro Sierra. El acuerdo entre el club de Martiricos y el jugador es total, y sólo falta de que se concrete la forma de pago de los 1,2 millones de euros. Es lo único que falta para que el Cartagena dé el visto bueno a la operación, Rubén viaje a Málaga y se rubrique el compromiso.
El portero gallego también sabe, por tanto, que consume sus últimas horas como cartagenerista. Ya está más tranquilo. Sus compañeros también lo saben y le gastan bromas como las que vemos en la imagen de Raúl Velasco, que corresponde al entrenamiento cartagenerista de este jueves por la mañana en el estadio Cartagonova. Su marcha sólo es cuestión de tiempo, de horas más bien, que juega en contra de los albinegros a los que les urge dos cosas prioritarias: encontrar un sustituto en condiciones y cobrar el 1,2 de euros con el que se ha alcanzado el acuerdo.
Por otro lado en el Málaga ya tienen prácticamente decidido que Rubén Martínez lucirá el dorsal 25, que corresponde en los últimos años a uno de los tres porteros de una plantilla de Primera División. Este número pertenecía la pasada campaña a Roberto Santamaría, ex del Osasuna, que apenas gozó de oportunidades en el equipo malaguista.
El portero gallego tampoco podrá despedirse de la afición, que se muestra dividida en cuanto a su salida. Para unos es lo normal y lo entendible, las oportunidades se dan pocas veces en la vida, para otros es tanto como dejar a los cartageneristas con el culo, con perdón, al aire.
Lo único cierto es que la trayectoria de Rubén como cartagenerista ha sido de sobresaliente. Lo trajo Fabri González a principios de la temporada 2008/2009 porque le conocía de su etapa juvenil por Galícia y fue todo una, llegar y jugar a costa de otro gran guardameta como Castilla (ahora en el Palencia) que acabó siendo su suplente.
Rubén, buen chico y excelente portero, ha tenido más aciertos que errores, que ojo, también los tuvo porque no es infalible. Ahora su vista la tiene puesta ya en Martiricos, la calle donde está ubicada la sede del Málaga, le esperan con los brazos abiertos.
