24 de septiembre de 2009, 2:00
Este año los festeros se han sacrificado en aras del fútbol. No ha sido una concesión sino una obligación impuesta por las normas de la Liga de Fútbol Profesional, que tiene prohibido terminantemente que en instalaciones futbolísticas pisen animales. Cuestión de sanidad. Sucedía años atrás cuando el Cartagena militaba en Segunda B, pero afortunadamente para el deporte el estadio está para lo que está: el espectáculo deportivo. Las fiestas deben reivindicar con todo derecho otros escenarios y a no dudar que en esa línea lo conseguirían por la buena predisposición municipal.
BOTE ESPECIAL DEL BALON
A lo que íbamos, avisamos en cuanto a que el aspecto que tendrá el rectángulo de juego del estadio Cartagonova en el encuentro con el Villarreal B será de lo más repudiable que se pueda imaginar. Dominará en él la arena, la grama dominante por encima de la hierba en un 80 %, habrá sido quitada y mandará en el rectángulo la arena playera. El bote de la pelota será especial en ese terreno y de antemano no se podrá exigir que los futbolistas fabriquen un juego depurado.
El Cartagena, que es un equipo técnicamente bueno al intentar dar buen trato al balón, la herramienta de trabajo de los futbolistas, puede verse perjudicado en su encuentro con el
Villarreal B, que también es un conjunto amigo del buen juego.
No hay más remedio que hacer frente a las circunstancias, especiales desde luego, cuando se tenga que hacer frente a la sexta jornada en el Cartagonova en la Liga Adelante.
La próxima semana, el lunes, las máquinas entran en el estadio para arreglar el campo de juego, pero irremediablemente los arreglos requieren tiempo y el partido con los filiales villarrealenses se presenta con ese problemilla que los jugadores de Juan Ignacio Martínez intentarán soslayar de la mejor forma posible.
BOTE ESPECIAL DEL BALON
A lo que íbamos, avisamos en cuanto a que el aspecto que tendrá el rectángulo de juego del estadio Cartagonova en el encuentro con el Villarreal B será de lo más repudiable que se pueda imaginar. Dominará en él la arena, la grama dominante por encima de la hierba en un 80 %, habrá sido quitada y mandará en el rectángulo la arena playera. El bote de la pelota será especial en ese terreno y de antemano no se podrá exigir que los futbolistas fabriquen un juego depurado.
El Cartagena, que es un equipo técnicamente bueno al intentar dar buen trato al balón, la herramienta de trabajo de los futbolistas, puede verse perjudicado en su encuentro con el
Villarreal B, que también es un conjunto amigo del buen juego.
No hay más remedio que hacer frente a las circunstancias, especiales desde luego, cuando se tenga que hacer frente a la sexta jornada en el Cartagonova en la Liga Adelante.
La próxima semana, el lunes, las máquinas entran en el estadio para arreglar el campo de juego, pero irremediablemente los arreglos requieren tiempo y el partido con los filiales villarrealenses se presenta con ese problemilla que los jugadores de Juan Ignacio Martínez intentarán soslayar de la mejor forma posible.
