jueves. 28.03.2024
Desde las siete de la tarde se escuchaban a los seguidores del Efesé por las cercanías del estadio, cantando los goles en contra que recibía el Levante, y haciendo sonar sus cláxones de coches y cantando para ir afinando la voz hasta la hora del partido.

A su entrada al estadio, la marea albinegra comenzó a animar a los suyo durante el calentamiento, con un sonoro aplauso a la salida de los jugadores a calentar y otra cuando volvieron al vestuario para cambiarse, al son del “Vamos Cartagena, vamos Campeón…”.

La piel de gallina y aún más cuando la reportera de ‘Sé lo que hicisteis’, el programa dirigido por Patricia Conde y Ángel Martín, se paseó por el estadio pidiendo gritos y saludos desde la grada. Nadie quedó indiferente ante la presencia de la morena reportera y más de uno le soltó algún piropo subido de tono.

Con el ambiente calentito, saltaron ambos conjuntos al terreno de juego. El cielo todavía azul se convirtió en blanco y negro entre servilletas y globos, mientras los alicantinos desplegaban su manta albiazul.

El encuentro fue un continuo ir y venir de ambos conjuntos, con un juego muy directo que provocó fases de juego a favor de un equipo u otro. La grada interpretó bien el partido y cuando los visitantes se hicieron con el balón al cuarto de hora, empezaron a animar con más fuerza que nunca a los suyos al grito de “Efesé, efesé…”, lo que pareció despertar a los de Juan Ignacio que volvieron a tomar las riendas del encuentro y ejercieron su control sobre el balón.

Portillo sufrió muchas iras de la grada y fue un blanco fácil, dado que en el mercado de invierno rechazó al Cartagena para irse a Alicante. Mientras que el colegiado Miranda Torres, correcto durante el partido, también recibió el desagrado de los seguidores locales por las continuadas faltas que recibieron los delanteros del equipo portuario y que no fueron señaladas.

Con poco más se llegó al descanso y tras él, los nervios iban en aumento. La afición albinegra veía cómo se iba escapando el partido, como el rival jugaba al empate, aunque tenía sus ocasiones, y como a la contra podía llegar el ansiado tanto. En cosa de dos minutos se pasaba del “menos mal…, la que han fallado” al “vamos, vamos, pásala…uyyy”.

Lamento tras lamento, los cartageneros entendieron que tenían que ser ellos quienes “marcaran el tanto” y el estadio se convirtió en un hervidero, con los cánticos de apoyo a los suyos e intentando que sea cual fuese la ocasión errada, los suyos levantasen la cabeza y volvieran a intentarlo.

Al final no pudo ser, el ascenso se esfuma poco a poco, pero el orgullo y la esperanza continua muy viva en la afición albinegra.

La afición cartagenera muestra sobre el campo su valía ante mil herculanos
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