El de nuevo jugador lorquino se fajó al máximo durante la hora larga que permaneció sobre el terreno de juego. Incluso llegaría a ver una tarjeta amarilla, la primera del partido, al considerar el árbitro que le estaba echando ‘teatro’ al asunto en el minuto 9. Carlos Martínez porfió por marcar algún gol para su equipo y acabaría siendo de los jugadores destacados.
Pero cuando fue sustituido por Julio Algar el pequeño jugador se llevaría una de las pocas ovaciones que se pudieron escuchar desde la grada. La afición cartagenera no olvida que él fue el autor material de aquel gol salvador en Las Palmas que evitaría el descenso y la casi segura desaparición del club.