27 de abril de 2010, 2:00
El cambio de actitud de Pilar Barreiro, alcaldesa de Cartagena, respecto al club blanquinegro es muy llamativo y por eso salta a la vista. La primera autoridad municipal ha pasado de no aparecer nunca (nunca) en el palco, salvo en las grandes ocasiones (partidos de ascenso o grandes eventos futbolísticos), de estar incluso temporadas enteras sin subir las escalinatas del recinto a convertirse en una asidua en el palco del Cartagonova.
Estuvo el día del Murcia y estuvo también ante la Real Sociedad además de otro par de ocasiones. Según fuentes muy próximas a Alcaldía no descarta acudir a alguno de los cuatro partidos que aún restan por jugarse en casa “porque la alcaldesa está muy interesada en todo lo que concierne al equipo” nos han llegado a decir.
Una actitud que sorprende, incluso a los que mejor la conocen, teniendo en cuenta que Barreiro nunca ha sido una amante del fútbol, sólo en contadas ocasiones. En Alcoy fue porque no le quedaba más remedio, al final acabó metida en la ducha mientras los futbolistas del Cartagena festejaban el ascenso. La posterior recepción multitudinaria al equipo fue el colofón a una campaña en la que la alcaldesa no apareció prácticamente por el palco.
La temporada actual se inició con el paso cambiado. Hubo muchos problemas para lograr la esponsorización del Teatro Romano, tarea en la que Barreiro contribuyó más bien poco con declaraciones que sonaban más a obstáculos que a otra cosa. Incluso llegó a poner en duda que el patrocinio del Teatro Romano fuese rentable para la ciudad. Unos meses después ella sola se ha convencido de su error al comprobar que nunca se ha hablado tanto del primer monumento turístico de la ciudad como ahora.
Sus desplantes al Cartagena han sido tantos y a lo largo de tantas temporadas que, por eso, sorprende aún más su cambio de actitud, casualmente con el equipo enfilando a Primera División y a poco más de un año de las elecciones municipales. El último conocido fue el pasado 12 de abril, la mañana en la que la plantilla estuvo en el Teatro Romano para hacerse la foto oficial. A pesar de estar unos minutos antes en la Plaza del Ayuntamiento y de conversar con algunos miembros del club, optó por no acudir arguyendo problemas de agenda. Muchos jugadores no entendieron aquella actitud.
Barreiro, de la que siempre se ha dicho que es una persona inteligente en la esfera política, sabe del tirón popular que tiene el Cartagena y conoce su repercusión mediática. El palco se ha convertido en un inmenso balcón repleto de focos. Apuesta a caballo ganador y, lo curioso de todo es que, casualmente también, las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina. Si hay ascenso igual hasta sería capaz de decir que le encanta el fútbol y que quiere mucho al Cartagena. Cosas más difíciles se han visto. Pilar Barreiro, blanquinegra y cartagenerista. Le ha costado, vaya que sí, pero parece que ya se está dando cuenta que el tren, que este tren, se le puede escapar.
Si es así, si a partir de ahora Pilar Barreiro va a convertirse en una asidua del Cartagena, si se siente dispuesta a compartir este viaje cuya estacíón final puede ser la Liga de las Estrellas, nos alegramos. Nos alegraremos muchos. Así verá de primera mano la repercusiòn que tiene el Cartagena y su extraordinaria campaña y si, además, se da cuenta de la falta de instalaciones deportivas, que hace falta una Ciudad del Fútbol y varios campos de césped artificial en condiciones, mucho mejor. La alcaldesa parece que aterriza en el planeta fútbol y habrá que darle la bienvenida, que esto no sea flor de un día, que siga apostando por el fútbol y por otros muchos deportes de la ciudad. Si es así nos alegraremos mucho de verla más a menudo por el estadio y si fuese en Primera para qué hablar. Se convertíría en una de las más populares de España. ¿Quién lo diría? El fútbol (y el Cartagena) hace milagros.
Estuvo el día del Murcia y estuvo también ante la Real Sociedad además de otro par de ocasiones. Según fuentes muy próximas a Alcaldía no descarta acudir a alguno de los cuatro partidos que aún restan por jugarse en casa “porque la alcaldesa está muy interesada en todo lo que concierne al equipo” nos han llegado a decir.
Una actitud que sorprende, incluso a los que mejor la conocen, teniendo en cuenta que Barreiro nunca ha sido una amante del fútbol, sólo en contadas ocasiones. En Alcoy fue porque no le quedaba más remedio, al final acabó metida en la ducha mientras los futbolistas del Cartagena festejaban el ascenso. La posterior recepción multitudinaria al equipo fue el colofón a una campaña en la que la alcaldesa no apareció prácticamente por el palco.
La temporada actual se inició con el paso cambiado. Hubo muchos problemas para lograr la esponsorización del Teatro Romano, tarea en la que Barreiro contribuyó más bien poco con declaraciones que sonaban más a obstáculos que a otra cosa. Incluso llegó a poner en duda que el patrocinio del Teatro Romano fuese rentable para la ciudad. Unos meses después ella sola se ha convencido de su error al comprobar que nunca se ha hablado tanto del primer monumento turístico de la ciudad como ahora.
Sus desplantes al Cartagena han sido tantos y a lo largo de tantas temporadas que, por eso, sorprende aún más su cambio de actitud, casualmente con el equipo enfilando a Primera División y a poco más de un año de las elecciones municipales. El último conocido fue el pasado 12 de abril, la mañana en la que la plantilla estuvo en el Teatro Romano para hacerse la foto oficial. A pesar de estar unos minutos antes en la Plaza del Ayuntamiento y de conversar con algunos miembros del club, optó por no acudir arguyendo problemas de agenda. Muchos jugadores no entendieron aquella actitud.
Barreiro, de la que siempre se ha dicho que es una persona inteligente en la esfera política, sabe del tirón popular que tiene el Cartagena y conoce su repercusión mediática. El palco se ha convertido en un inmenso balcón repleto de focos. Apuesta a caballo ganador y, lo curioso de todo es que, casualmente también, las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina. Si hay ascenso igual hasta sería capaz de decir que le encanta el fútbol y que quiere mucho al Cartagena. Cosas más difíciles se han visto. Pilar Barreiro, blanquinegra y cartagenerista. Le ha costado, vaya que sí, pero parece que ya se está dando cuenta que el tren, que este tren, se le puede escapar.
Si es así, si a partir de ahora Pilar Barreiro va a convertirse en una asidua del Cartagena, si se siente dispuesta a compartir este viaje cuya estacíón final puede ser la Liga de las Estrellas, nos alegramos. Nos alegraremos muchos. Así verá de primera mano la repercusiòn que tiene el Cartagena y su extraordinaria campaña y si, además, se da cuenta de la falta de instalaciones deportivas, que hace falta una Ciudad del Fútbol y varios campos de césped artificial en condiciones, mucho mejor. La alcaldesa parece que aterriza en el planeta fútbol y habrá que darle la bienvenida, que esto no sea flor de un día, que siga apostando por el fútbol y por otros muchos deportes de la ciudad. Si es así nos alegraremos mucho de verla más a menudo por el estadio y si fuese en Primera para qué hablar. Se convertíría en una de las más populares de España. ¿Quién lo diría? El fútbol (y el Cartagena) hace milagros.
