Sus seguidores, pocos pero buenos, se desesperaban pero lo peor para ellos llegaría en la recta final con los dos goles cartageneros que acabaron decidiendo el choque y dejando sólo a este Algeciras que, al final, acabaría perdido por el buen césped del estadio cartagenerista.
Al final la mayoría de estos seguidores emprendieron el viaje de vuelta a casa, no menos de seis horas con la pena de la derrota aunque también con la esperanza de recuperar la semana que viene el terreno perdido. En Cartagena no pudo ser.