15 de noviembre de 2009, 1:00
Del Cartagena-Nástic y la primera derrota hay que sacar conclusiones positivas. Vemos la botella medio llena, como tiene que ser.
Las deportivas seguro que las sacará en claro el entrenador, Juan Ignacio Martínez. Nosotros sacamos las nuestras, que además de todos los sitios desde donde nos siguen hoy sabemos de cuatro más en dónde han estado enchufados a nuestro diario, desde la Antártida, desde Ghana, desde la China y desde el pueblo riojano de Laguna de Cameros, desde donde nos mandan incluso las imágenes del Tele Club en el que nos siguen.
Por eso queremos agradecer los testimonios que tenemos, a Javier desde China, Ángel desde Accra (Ghana), a otro cartagenero del que no tenemos su nombre (aún) nada menos que desde la Artantida y a nuestro amigo Pedro Roberto Jiménez Pérez desde las montañas riojanas, en concreto desde Laguna de Cameros, un precioso pueblecito a 1.500 metros de altitud desde donde han seguido todos los detalles del Cartagena-Nástic, en el Tele Club del pueblo y a nada menos que cuatro grados bajo cero. Para nosotros supone una inmensa satisfacción difícil de explicar.
A todos ellos y a los miles que nos leen dentro y fuera de España un millón de gracias desde Cartagena, lo decimos de corazón.
Las deportivas seguro que las sacará en claro el entrenador, Juan Ignacio Martínez. Nosotros sacamos las nuestras, que además de todos los sitios desde donde nos siguen hoy sabemos de cuatro más en dónde han estado enchufados a nuestro diario, desde la Antártida, desde Ghana, desde la China y desde el pueblo riojano de Laguna de Cameros, desde donde nos mandan incluso las imágenes del Tele Club en el que nos siguen.
Por eso queremos agradecer los testimonios que tenemos, a Javier desde China, Ángel desde Accra (Ghana), a otro cartagenero del que no tenemos su nombre (aún) nada menos que desde la Artantida y a nuestro amigo Pedro Roberto Jiménez Pérez desde las montañas riojanas, en concreto desde Laguna de Cameros, un precioso pueblecito a 1.500 metros de altitud desde donde han seguido todos los detalles del Cartagena-Nástic, en el Tele Club del pueblo y a nada menos que cuatro grados bajo cero. Para nosotros supone una inmensa satisfacción difícil de explicar.
A todos ellos y a los miles que nos leen dentro y fuera de España un millón de gracias desde Cartagena, lo decimos de corazón.
