viernes. 29.03.2024
DESDE UN RINCÓN PARA DOCE

Apeados del tren del ascenso, o casi, al no existir ni mente fuerte, ni detalle, ni juego

Se cumplen hoy cuarenta jornadas y son cuarenta y cinco, con ésta que usted amigo lector está leyendo, las colaboraciones relatadas por este firmante desde Un Rincón para Doce y en este diario digital que ha recuperado mi ilusión.Todo comenzó con “Dos Estalactitas de hielo”. ¡Hemeroteca Forastero!Era el once de...
Se cumplen hoy cuarenta jornadas y son cuarenta y cinco, con ésta que usted amigo lector está leyendo, las colaboraciones relatadas por este firmante desde Un Rincón para Doce y en este diario digital que ha recuperado mi ilusión.

Todo comenzó con “Dos Estalactitas de hielo”. ¡Hemeroteca Forastero!

Era el once de enero, del año en curso, cuando se inició, en estas páginas, mi andadura de animador literario del mundillo futbolístico y lo hacía con la ocurrencia, el frío que atizaba mi tierra riojana lo requería, de “DOS ESTALACTITAS DE HIELO”. Se oscureció el invierno y también la primavera y aquí sigo, sentado en mi rincón, sin desmayar y con las meninges del ordenador, sin averiarse, durante cuarenta semanas y con cuarenta y cinco relatos.

Fue después de un partido en Alicante contra el Hércules, hoy también, pero en el Cartagonova y las estalactitas ya no están, porque se han fundido para dar fertilidad a todo lo que huele a frescor, olor, lozanía y vida primaveral cartagenerista. Allí se perdió 2-0 y hoy se ha empatado y hemos perdido hasta el gol-average. Estamos donde estábamos, peldaño cuarto en el ramo de escalera. El contrincante descendió del primer peldaño, por aquel entonces, al cuarto de hoy. ¡PASA LA VIDA Y PREÑADOS DE SENTIMIENTO!

Por las venas de aquellas semanas y por los peldaños y rellanos de esta escalera corrían y fluyen bonanzas y turbulencias deportivas extremas en escenarios inesperados, adornados y cubiertos de metáforas meteorológicas con tintes futbolísticos.

Al llegar al estadio en la incipiente noche de hoy y aposentarme con tiempo, demasiado tiempo, para contemplar las caras, escuchar y anotar comentarios, me he dado cuenta que los semblantes entre los cartageneristas con los que compartía fila eran todo un épico poema de esperanza acongojada.

Al ser hoy los últimos, no se asusten, por tener que cerrar la jornada muy cerca de las once y, como de nuevo ando por estos mares, me he encontrado con el:

Primer escenario inesperado. La Real Sociedad sigue de líder y ascendido después de ganar, con autoridad, el sábado en Cádiz. El Levante, después de no haber ganado hace tres horas en Irún puede. Nuestro equipo, con este empate, ahí anda a falta de dos suspiros. ¡Ay! ¡Ay! con final épico, propio del histórico orgullo blanco y negro, ese que sacan para decir: “llevamos esta camiseta y, es un orgullo”.

A pesar, o por el empate, me he quedado para ver hasta el saludo final de los ambiciosos jugadores al no poder soltar, gritando, ese miedo acongojado con el que hacía tiempo no veía un partido del Cartagena.

Segundo escenario inesperado De golpe, todos, absolutamente todos nos dimos cuenta que ahora sí estamos a punto de perderlo todo, que ya no somos los mejores del mundo, que sólo nos queda en la cabeza lo que pudo ser si Toche se la hubiese metido a CALATAYUD, preguntándole por La DOLORES. El pesimismo y, también, la esperanza nos lo apropiamos en herencia.

Mañana lunes habrá resaca. Yo me voy a escapar por los pelos y por la pasma. Deseo reservarme, porque tengo esperanza, tomando, como se dice, las de Villadiego para dirigirme a La Ribera dejando Cartagena en su Alameda sumida en el caos blanquinegro. ¡BENDITO CAOS!. Muá, Muá y Muá, para Delibasic, que lo he visto, en el segundo tercio de la segunda parte, muy perdido y confundido “en este estadio tan pequeñito y ante los catorce mil cartageneristas”, ¿¡oiga! por Montenegro perfecto, no?

Al abandonar esta noche el estadio parecía que hasta el cielo lloraba con lágrimas o Perseidas de San Lorenzo al tenerlo todo de cruz, mas, como lo escribí el miércoles en este diario digital deportivo: NO PASSSSAAAA NADA y hasta ese amigo trilero del lenguaje, tomándome de nuevo por el hombro, me ha pronosticado que todavía hay esperanza y combinaciones o enaguas, mas de estas, que de las otras.

Tercer escenario inesperado. No me cabe duda que, si a los cartageneristas se nos hubiera dado a elegir, hubiésemos preferido seguir durante toda la temporada en candelero y avivando el cabo de la vela con nuestras lágrimas, sufrimientos y las luminarias del corazón.

Y, tampoco me cabe duda, que entre los cartageneristas pensamos que, todavía, cualquier plaza de las de ascenso es buena. No somos envidiosos y una posición de las tres es un bien mayor.

Hace unos instantes y terminando, ¿por donde voy? que ya me he perdido, he recibido por sms el mejor resumen de la semana: “El mundo todavía puede ser blanquinegro, albinegro o blanco y negro o del color de mis sentimientos y pasiones”

En sólo una semana he visto lo mejor y lo peor de nuestro club. Lo mejor del Cartagena: el orgullo para querer remontar, sin conseguirlo, un partido al tener los bemoles tan grandes como dos calabazas entre las piernas.

Lo peor, la soberbia y la cobardía de aquellos que, en tiempos muy pasados, denominábamos trencillas y que yo sigo sin comprender por qué.

Y lo súper bueno está por llegar. ¡Amigos!, hasta el partido que viene, si Dios quiere, que intentaremos subirnos a los lomos de Platero, el borriquillo de JRJ, para adiestrarlo y seguir esperanzados. Ya saben, sean buenos...y no tengan miedo que el F.C.Cartagena, en dos suspiros, puede alcanzar la gloria. ¡Ay! ¡Ay!

Pedro-Roberto J.P. En un lugar, con encanto, del Mar Menor. Dies6/6: ante diem octavum Idus Iunias.

Apeados del tren del ascenso, o casi, al no existir ni mente fuerte, ni detalle, ni juego
El usuario es responsable de sus comentarios. Se compromete a que no difamen, insulten, contengan información falsa, abusiva, pornográfica, amenazadora, que dañe la imagen de terceras personas o que infrinja alguna ley.
Sportcartagena se reserva el derecho de eliminar los comentarios que considere inadecuados.
Comentarios