Una faltita por aquí, una tarjetita por allá, otra faltita que no señalo, una tarjetita que les perdonó a los del Castilla. Su historial de equipos ganando en casa lo dicen bien claro, que las actuaciones de este manchego de Albacete de 28 años, Ruipérez Marín de nombre, no se jalonan precisamente por las victorias de los equipos visitantes.
Y no es que el Cartagena cayese derrotado por su culpa porque los tres goles fueron inapelables, pero sí por otro tipo de faltitas que fueron minando. Por ejemplo a Elady y Aketxe les dieron hasta en el cielo de la boca, siempre con el beneplácito arbitral.