20 de enero de 2013, 20:56
Hasta ahora mantener una conversación normal, sin necesidad de tener que levantar la voz, resultaba una entelequia para los espectadores de Tribuna. ¿Los culpables? El sonido de los altavoces, que hacían imposible conversar con el veino del asiento de al lado sin tener que chillar.
Pues bien, ese problema parece que está resuelto o en vías de resolverse si nos atenemos al sonido de este domingo, bastante más soportable que en todos los encuentros anteriores dónde resultaba prácticamente imposible mantener una conversación. Ahora ya se puede hablar.
Algunos espectadores nos agradecieron el hecho de que nos preocupásemos de tal circunstancia y de que se haya conseguido enmendar, algo que nosotros también agradecemos, como tantos cientos de espectadores que sufrian en cada partido los rigores de unos altavoces que, al fin, han logrado bajar sus decibelios.
