Paco Belmonte quiso aprovechar la noche de este pasado jueves día 26, para acompañar a un grupo de personas, voluntarios todos ellos que pertenecen a Cáritas Cartagena, al humanitario gesto de ayudar a los más necesitados. Desde las diez de la noche hasta poco antes de las dos de la madrugada se repartieron, como Cáritas hace cada jueves y domingo, alimentos, ropas y mantas entre los que no tienen techo
Belmonte, que no da puntada sin hilo, quiso que su detalle de salir a repartir comida, ropa y mantas entre los más necesitados, no pasara desapercibido. Para ello se encargó de avisar a un medio escrito -que habitualmente siempre suele ser el mismo y a quien le filtra casi toda la información- para que dejase constancia del momento. Belmonte ya había mostrado sus deseos de colaborar en estas acciones solidarias pero quiso que tuviera la consiguiente repercusión en un reportaje que pronto se verá.
El dirigente cartagenerista hizo esta particular aventura de ayuda junto a un grupo de voluntarios de Cáritas, que suelen salir cada jueves de cada semana. En total y bien pertrechados para combatir la temperatura de esas horas, fueron unas ocho personas además del fotógrafo y el periodista que acompañaban a Belmonte para dejar constancia de su gesto.
Los voluntarios de Cáritas se encargan de encontrar a las personas sin hogar la posibilidad de pasar la noche en mejores condiciones con su ayuda. Cáritas e tienen detectadas a entre 20 y 30 personas en Cartagena y sus alrededores en situación de sinhogarismo y que la tipología es "muy diversa".
Durante su recorrido, localizaron a un grupo relativamente alto de personas que no tienen vivienda y que renunciaron a la posibilidad de acudir a la Hospitalidad Santa Teresa, que les ofrecieron los voluntarios. “Les dimos comida a todos ellos y les pedimos que se acercaran a Comisaría para que les entregaran el documento que les permite ir a la Hospitalidad de Santa Teresa, pero muchos de ellos suelen rechazarlo”, explicaron..
Los voluntarios estuvieron recorriendo la ciudad hasta altas horas de la madrugada para localizar a los sin techo, incluso llegando al barrio de Los Mateos y otras zonas de exclusión social. “Muchas de estas personas no quieren ayuda. Sufren problemas que van más allá de carecer de vivienda y quieren permanecer donde están. En concreto, localizamos a una persona que ya conocíamos y que siempre rechaza el alojamiento”, indicó uno de los voluntarios.
La campaña Ola de Frío se inició en el mes de noviembre y se prolongará hasta marzo. Voluntarios de Cáritas y de Cruz Roja, coordinados con el Ayuntamiento, recorren las calles de la ciudad para ofrecer alimento y alojamiento a los sin techo
Tanto el Ayuntamiento como Cáritas y Cruz Roja, además de otras instituciones mantienen una unidad de calle que, en diversos días y sobre todo de noche hace un seguimiento en las personas en riesgo de exclusión.
Un indigente en el suelo, de los muchos que hay por Cartagena diseminados
