La sesión preparatoria de este mañana del Cartagena ha contado con un espectador de excepción, el director deportivo del club David Buitrago, quien ha dejado muy claro que el apoyo tanto del presidente como de él mismo es absoluto hacia la persona del entrenador, Juan Ignacio Martínez. Es más, el responsable de la parcela deportiva ha llegado a comentar que el técnico es intocable, sea cual sea el resultado ante el Alcorcón.
El discurso oficial del club es claro y rotundo. No pasaría nada en el peor de los casos ante los madrileños, un rival que aunque pasa por ser una de las relevaciones de este inicio de temporada, es evidente que lejos de casa no es el equipo fiero que pintan en Santo Domingo, su feudo. Esta circunstancia se conoce de sobra en el club y se confía a pie juntillas tanto en el rendimiento de los jugadores como en la sapiencia del propio técnico.
Sobre las palabras pronunciadas por Pascal Cygan sobre la posibilidad de que se marcharía del Cartagena si su entrenador fuese despedido la prudencia es absoluta a nivel interno. Ni un solo comentario, a favor o en contra,ni sobre Cygan ni sobre lo dicho. Cierran filas, no hay más comentarios que el que los aficionados quieran comentar y los jugadores están concentrados en acabar de una vez con la racha de cinco encuentros consecutivos sin ganar.
Tal y como estaba previsto Pablo Ruiz y Unai Expósito no entrenaron con el resto del grupo. Sí lo hicieron tanto Bidari como Rubén Hornero, canteranos del filial, que suelen trabajar entre semana con el primer equipo. El único que acabó el entreno antes de tiempo fue Txiki, con un golpe en el pie, que no se espera que tenga más importancia y que pueda estar en perfectas condiciones para el sábado.
A tenor de lo que hemos visto esta mañana en la Hacienda El Álamo el buen rollo es lo que prevalece. Buen rollo y buen ambiente en un conjunto que arde en deseos de volver a la buena senda.
La palabra la tiene ahora la afición, que deberá de acudir como en las grandes tardes para apoyar al equipo y contribuir en la medida de lo posible para que el equipo rompa su racha negativa sin ganar (cinco jornadas) y alargue de paso a cuatro los partidos sin perder.
