El Cádiz-Cartagena más glorioso (1-3) con goles de Toché, De Lucas y Víctor Fernández

 Esta jornada para disfrute de la Efesemanía se registró, y la tengo apuntada con  letras de oro, felizmente ocurrió el 11 de octubre de 2009. La euforia del ascenso en Alcoy estaba instalada en las mentes albinegras desde pocos meses antes y el club fue capaz de plantarse en Segunda y conseguir la marca de más de 8.000 abonados.

 

Ese 1-3  en Cádiz lo ofreció la televisión (la Liga Adelante es otro mundo) y fue un espectáculo de superioridad y técnica cartagenerista ante el que se rindió la entendida y fiel afición cadista.La casualidad de entonces quiso que el portero que encajó aquellos tres goles cartageneristas fuese el hoy internacional y madridista Kiko Casilla que, a la temporada siguiente, el destino quiso también que fuese del Cartagena por una temporada.

 

El Cartagena de JIM comenzaba a ser tenido en cuenta en Segunda, aunque era novato después del casi olvidado ascenso en Torrejón en 1981-1982 con Silva de entrenador y Perico Arango, Sagarduy, el goleador José Luis, Rivero y otros, pues arrancó la Liga en el Montilivi de Gerona con 0-1, gol de Quique de Lucas, el ex murcianista que después no solo dio éxitos a los del Cartagonova sino al Celta en una prolongada segunda juventud del catalán. Fue un golpe sobre la mesa y un aviso a todos ese marcador ante los amarillos.

 

Ese tanteador en Cádiz en 2009 comenzó a dar alas al proyecto del Cartagena. El dueño Paco Gómez no escatimaba y en esa nueva categoría hubo contrataciones de hasta 400.000 € por temporada. El director deportivo, que acabó despedido años después, David Buitrago, y que falló como escopeta de caña, no obstante acertó  en el diseño de la plantilla y el equipo albinegro disponía de excelentes jugadores como  el elegante  'Mariscal' Cygan,al que para firmar convenció el propio JIM;  De Lucas, el maño Antonio Longás, el capi Mariano Sánchez en plena lozanía, el recuperado Toché y Víctor Fernández, el míster hoy de los de Paco Belmonte, además de otros jugadores de buen ver como el defensa cordobés Rafa Clavero, Ander la Fuente, Pablo Ruiz, Falcón y Txiki, y no me perdonaría olvidar  al canterano Héctor Yuste, aunque no tuvo mucho protagonismo, y al coruñés Rubén en la portería, uno de los del ascenso en El Collao.

 

Ese equipo acabaría siendo 5º en la Liga de Segunda, a un paso del ascenso a Primera División cuando subía un trio, el último de los premiados el Real Betis. A todos se les coló de rondón el Levante, que ganó en el Cartagonova 3-5 en un partido irregular con arbitraje de Texeira Vitienes (J. Antonio) que barrió con descaro para los granota.

 

Como anécdota, aquella temporada de sesiones en el Congreso de los Diputados, Pilar Barreiro, que también era alcaldesa de Cartagena, era inundada ese año todas las semanas de felicitaciones de los compañeros parlamentarios por los éxitos de "su equipo” en la Liga y "por lo bien que jugaba al fútbol”. Era un espectáculo total, no lo niego, ese juego albinegro que deslumbraba bastantes tardes avivando todas las semanas la llama de la joven y pujante Efesemanía. Nunca se vendieron tantas camisetas del equipo como en aquella campaña en la que la propaganda del Teatro Romano se lucía en el pecho.

 

 

Aquella jornada gloriosa en Cádiz los tres goles del Cartagena los encajó el hoy meta del Real Madrid, Kiko Casilla, quien después fue cedido por el Espanyol al club cartagenero. Los cadistas estaban entrenados por Gracia y no pudieron frenar a los de Juan Ignacio Martínez. Éste utilizó ese día estas herramientas para el éxito: Rubén, Txiki (la paradoja triste de esta pretemporada al no poder entrar al final en la plantilla), Pablo Ruiz, Cygan, Clavero, De Lucas, Longás, Mariano Sánchez, Lafuente, Víctor Fernández y Toché. Ese día también participaron Héctor Yuste, que jugó un largo cuarto de hora en el Carranza; Tato y Miguel Falcón, ya al final.

 

El Cartagena acudía al estadio Carranza sin conocer a derrota en la Liga, tras seis jornadas y solo había pedido en partido de Copa del Rey, en Salamanca (2-0) días antes y con una alineación que fue criticada al estar compuesta por mayoría de suplentes.