4 de mayo de 2010, 2:00
Antonio Calderón no perdió el carácter reflexivo, sereno y coherente que le caracteriza, pero ayer se notaba que el arbitraje de Hevia Obras había rebasado todas las cuotas de la paciencia. "Es difícil cuando estás trabajando y compitiendo bien y te vienen decisiones que te complican la vida. Todavía estoy intentando recordar un partido en el que todas las decisiones arbitrales nos hayan venido a favor. Lamentablemente no es así y con este árbitro ya perdimos dos puntos en Valencia y hoy, como mínimo, nos ha quitado uno. El equipo estaba compitiendo bien y creándole muchos problemas al rival; salvo en los primeros diez minutos en los que no cerrábamos bien el centro y nos han hecho un par de contras peligrosas, después estábamos jugando bastante bien, con ocasiones, llegadas, ellos no sabían cómo entrar y ha llegado la jugada del penalti que no la ha visto nadie más que él. Si ve ese penalti luego tiene que ver por narices el de Moisés. No se ve tampoco y al final cometemos un error y regalamos el segundo gol. Pues nada, perdemos el segundo partido seguido en casa y no nos queda otra que analizar bien, mirar los errores que hayamos podido cometer, pero el error más grande que hemos podido cometer es hacer un penalti que no ha sido".
Hasta el penalti se había jugado un buen partido. "Luego, no se si habrá sido expulsión porque no la he visto, pero ha parecido que era para compensar. Ellos se han cerrado atrás, con gente experta y fuerte en el juego aéreo, lo hemos intentado y no hemos podido. Luego hemos cometido un error que nos ha quitado los cinco minutos finales. Es verdad que hasta la jugada del penalti el partido estaba abierto y nosotros nos encontrábamos muy a gusto, saliendo con peligro".
Al Huesca le pudo el corazón tras el penalti. "Sí, porque ha sido un varapalo y psicológicamente hay veces que te afecta. Ellos se han cerrado, hemos intentado abrir el campo, pero había que jugar con mucha velocidad y sacar buenos centros. Lo hemos intentado pero no hemos podido".
Al planteamiento inicial sólo le faltó el gol. "Nosotros miramos cómo está ahora el equipo y al rival y pensábamos que era una buena manera de jugar. De hecho, hasta su gol, el equipo estaba muy a gusto y llegando con peligro y claridad. La pena es que no ha entrado ninguna y que el partido lo haya decidido tan claramente para un sitio".
Los movimientos del técnico no lograron el efecto deseado y Calderón apuntó que "no había claridad cuando el equipo se puso por detrás en el marcador porque entran las prisas, quieres hacer más cosas de las que tienes que hacer. Hemos puesto a cada uno en un sitio para que a partir de ahí jugasen. Después los hemos movido a riesgo de marearles un poco, pero les hemos dicho bien claro donde tenían que estar. Lo que pasa es que cuando no tienes la paciencia de esperar te metes donde no debes, son cosas que ocurren. Su gol nos ha afectado".
El técnico gaditano no paraba de darle vueltas al partido. "El segundo gol es un fallo que no podemos cometer, pero cuando estás al límite son cosas que ocurren. El equipo estaba muy bien, hacía días que no lo veía jugar tan bien, y es triste que decisiones arbítrales, que parecen estar premeditadas porque en la primera jugada dudosa que ha habido ha sido en contra nuestra. Vaya por delante que a nosotros no nos gusta quejarnos ni buscar excusas, pero la realidad es la realidad, podríamos haber perdido igual sin la necesidad de que un árbitro favorezca al rival. Ya pasó la temporada pasada y está pasando este año; me da coraje porque siempre es contra nosotros y es muy fácil pitarnos".
En el caso de Hevia es ya reincidente. "Uno se da cuenta de estas cosas hablando con los futbolistas. El arbitraje no estaba siendo malo, pero el trato que ha tenido con nuestros futbolistas no era normal y el comportamiento que ha tenido al final tampoco era normal, sabía que algo había hecho mal. Con los futbolistas se estaba portando mal y la puntilla ha sido la jugada del penalti, que nada más que ha visto él. Sin embargo, a Moisés le pegan un empujón que hasta Expósito le dice que es penalti claro y no lo quiere ver, lo ve todo el campo y él va diciendo que no".
Calderón, no obstante, no quiere que este arbitraje despiste a nadie del objetivo. "Tenemos que lucha contra eso, pero quiero que la afición sepa que, a pesar de que decimos estas cosas, vamos a trabajar para que nos afecten. Nos vamos a levantar, el equipo está triste por la derrota pero con la cabeza alta. Ya pensamos en corregir errores y seguir peleando. La liga está muy dura".
Hasta el penalti se había jugado un buen partido. "Luego, no se si habrá sido expulsión porque no la he visto, pero ha parecido que era para compensar. Ellos se han cerrado atrás, con gente experta y fuerte en el juego aéreo, lo hemos intentado y no hemos podido. Luego hemos cometido un error que nos ha quitado los cinco minutos finales. Es verdad que hasta la jugada del penalti el partido estaba abierto y nosotros nos encontrábamos muy a gusto, saliendo con peligro".
Al Huesca le pudo el corazón tras el penalti. "Sí, porque ha sido un varapalo y psicológicamente hay veces que te afecta. Ellos se han cerrado, hemos intentado abrir el campo, pero había que jugar con mucha velocidad y sacar buenos centros. Lo hemos intentado pero no hemos podido".
Al planteamiento inicial sólo le faltó el gol. "Nosotros miramos cómo está ahora el equipo y al rival y pensábamos que era una buena manera de jugar. De hecho, hasta su gol, el equipo estaba muy a gusto y llegando con peligro y claridad. La pena es que no ha entrado ninguna y que el partido lo haya decidido tan claramente para un sitio".
Los movimientos del técnico no lograron el efecto deseado y Calderón apuntó que "no había claridad cuando el equipo se puso por detrás en el marcador porque entran las prisas, quieres hacer más cosas de las que tienes que hacer. Hemos puesto a cada uno en un sitio para que a partir de ahí jugasen. Después los hemos movido a riesgo de marearles un poco, pero les hemos dicho bien claro donde tenían que estar. Lo que pasa es que cuando no tienes la paciencia de esperar te metes donde no debes, son cosas que ocurren. Su gol nos ha afectado".
El técnico gaditano no paraba de darle vueltas al partido. "El segundo gol es un fallo que no podemos cometer, pero cuando estás al límite son cosas que ocurren. El equipo estaba muy bien, hacía días que no lo veía jugar tan bien, y es triste que decisiones arbítrales, que parecen estar premeditadas porque en la primera jugada dudosa que ha habido ha sido en contra nuestra. Vaya por delante que a nosotros no nos gusta quejarnos ni buscar excusas, pero la realidad es la realidad, podríamos haber perdido igual sin la necesidad de que un árbitro favorezca al rival. Ya pasó la temporada pasada y está pasando este año; me da coraje porque siempre es contra nosotros y es muy fácil pitarnos".
En el caso de Hevia es ya reincidente. "Uno se da cuenta de estas cosas hablando con los futbolistas. El arbitraje no estaba siendo malo, pero el trato que ha tenido con nuestros futbolistas no era normal y el comportamiento que ha tenido al final tampoco era normal, sabía que algo había hecho mal. Con los futbolistas se estaba portando mal y la puntilla ha sido la jugada del penalti, que nada más que ha visto él. Sin embargo, a Moisés le pegan un empujón que hasta Expósito le dice que es penalti claro y no lo quiere ver, lo ve todo el campo y él va diciendo que no".
Calderón, no obstante, no quiere que este arbitraje despiste a nadie del objetivo. "Tenemos que lucha contra eso, pero quiero que la afición sepa que, a pesar de que decimos estas cosas, vamos a trabajar para que nos afecten. Nos vamos a levantar, el equipo está triste por la derrota pero con la cabeza alta. Ya pensamos en corregir errores y seguir peleando. La liga está muy dura".
