Este era el aspecto que presentaba hace unos años el actual campo de fútbol de la Gimnástica Abad, el lugar en el que se ha puesto ahora el foco de atención para que el Cartagena pueda construir en el menor tiempo posible su anhelada y necesaria Ciudad Deportiva.
Entonces, el campo de la Gimnástica Abad estaba considerado como uno de los recintos municipales futbolísticos más precarios de Cartagena. No era el peor pero poco le faltaba. Y aún así, un grupo de valientes encabezados por el ya desaparecido Rafael Plazas estuvieron trabajando durante años en esas condiciones infrahumanas, rodeados de maleza, con asientos destrozados y vallas semi destrozadas al borde de una carretera que entonces resultaba mucho más peligrosa que en la actualidad.
Sobre todo trabajaban en muchos casos con niños marginados por sus condiciones de extranjeros. No es difícil encontrarse a ecuatorianos, bolivianos, marroquíes, subsaharianos o peruanos en cualquiera de sus equipos. Hoy día sus dirigentes siguen manteniendo ese trabajo con toda la dignidad. La Gimnástica Abad pasa por ser uno de los clubes más modestos de la Liga Local y condición sine qua non para seguir avazando es que sigan utilizando sus instalaciones.
El Ayuntamiento, recordemos que entonces, emprendió una profunda remodelación de sus instalaciones. Se le practicó un lavado de cara, se le dotó de un campo de fútbol-8 además de dotarles de nuevos vestuarios, mejorar el terreno de juego y colocar unas filas de asientos.
Si el municipio y el Cartagena acaban cerrando algún tipo de acuerdo para que estos terrenos se conviertan en los nuevos terrenos de entrenamiento del FC Cartagena habrá pasado en un tiempo récord de ‘campo pobre’ a ‘campo rico’ en un tiempo récord
