4 de junio de 2013, 18:31
"Hoy nos hemos vuelto a levantar tras el duro palo, pero tenemos que intentar olvidar ese partido en el que creo que el resultado fue injusto y cruel", afirmaba José Miguel Campos en esta jornada de martes, dos días después de la eliminación a manos del Caudal de Mieres.
En la mañana de este martes, donde el discurso del preparador mazarronero fue claro: "la vida sigue, y ocurren desgracias muchos peores a la vivida. Deportivamente el año ha sido duro, pero no nos podemos martirizar. En la eliminatoria no tuvimos eficacia, porque el partido del Caudal no fue superior al nuestro. Hay que ser positivos dentro del dolor".
Sobre su estancia de momento en el Cartagena, Campos la valora como que "han sido doce días complicados, porque en la primera semana había que hacer muchas cosas antes del partido. A partir de ahí todo fue mejor, pero no esperábamos dirigir el encuentro desde la grada, lo que fue un gran hándicap". Además, añadió sobre ese tema que "se vive con mucha tensión, sobre todo según va avanzando el partido. Cualquier orden que se da llega dos minutos tarde".
Campos no quiso pronunciarse sobre las palabras del presidente en la tarde del lunes: "no las escuché porque no estaba bien anímicamente, pero sí sé en qué sentido las hizo. Hay que respetarlo, es el presidente y siempre hay que respetar sus opiniones.
La temporada se termina el viernes, con el último entrenamiento del equipo. A partir de ahí, Campos espera que el club decida: "desde el viernes el club tiene que decidir su futuro, y empezar a trabajar desde entonces. Personalmente yo me siento con todas las fuerzas del mundo para continuar, pero no tengo la última palabra a ese respecto".
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