M. A.
Que el capellán franciscano Antonio Turpín es un tipo singular, ejemplo para muchos y hombre querido en Cartagena, eso nadie lo duda. Y que una gran parte de la afición cartagenerista le quiere aún más, tampoco lo duda nadie. Pudo comprobarse una vez más cuando, en el preámbulo del inicio del choque, Turpín recibía de manos del club cartagenerista una placa como reconocimiento a la.entrega que le ha ofrecido al club desde su creación a cambio de nada.
Turpín, que precisamente reside en Albacete desde hace un par de años por cuestiones de su dedicación eclesiástica, no sabía nada acerca de este premio que supone para él una inmensa satisfacción al ser un reconocimiento a su entrega absoluta.
Como muchos recordaréis Antonio Turpín protagonizaría en junio de 2009 la campaña más atrevida y comentada de todas las que hasta ahora se han hecho en el Cartagena a la hora de promocionar la campaña de abonos. Parecen imborrables los momentos que ofreció con la sotana de franciscano y junto al carte,l pidiendo que el aficionado se abonase bajo el lema "Somos la ostia” dio la vuelta a España y tuvo eco hasta den el mismísimo Vaticano.
Desde entonces se convirtió en un franciscano mediático y su nombre siempre aparece asociado al del FC Cartagena, club al que le profesa una profunda devoción, como ha quedado reflejado en más de una ocasión. Su placa de reconocimiento es más que merecida.
