jueves. 18.04.2024
GUILLERMO JIMÈNEZ 
 
Lo que le faltaba a Dani Güiza, el díscolo futbolista internacional que ha conocido cien equipos y muchos problemas era recibir el sábado  de estreno de Liga en casa el gol envuelto en papel de regalo antes del primer minuto de juego cuando aún veíamos en la 7tv el partido de Cádiz, compartido con el Murcia-Villanovense (1-1), éste una caquita de encuentro comparado con el del Carranza. Escribo como espectáculo de fútbol donde los errores de unos determinan muchas veces los éxitos del contrincante.
 
Lo que lamento es que uno de los mejores de la precampaña del Cartagena, Gonzalo Verdú, fuese el que cometió ese fallo de parvulario. Lo comprendo y lo entiendo. Pero le puso el balón a huevo a Güiza para que el polémico jerezano (ser de Jerez y jugar con el Cádiz ya es tela)  empezase a reivindicarse  al clavar el 1-0 y al final ser relevado entre aplausos porque en verdad hizo un partido honrado, certero y también suertudo. Yo pongo aquí un topicazo: fútbol es fútbol. Y a ese lastre  tan tempranero, ese peso en la mochila se le sumó el 2-0 que colocaba mala pinta al partido desde la perspectiva cartagenerista. El pequeño Machado con su tanto practicó el machaque.
 
VICTOR FERNÁNDEZ TIENE RAZÓN...
 
Víctor Fernández dijo la verdad en el postpartido de Cádiz.
 
Suscribo plenamente las palabras postpartido de Víctor Fernández. A un equipo como el Cádiz, que tarde o temprano ascenderá porque insiste y tiene peso específico para conseguir el premio, a base de reunir excelentes plantillas, ante ese adversario al que de una tacada se le han ido jugadores como Juan Villar, Airam y Jona, relevados con futbolistas también con dinamita, no se le pueden hacer concesiones. Es que si te descuidas te hacen la pisha un lío.
 
Nada de bromas con ese Cádiz oé que te puede golear si no eres vivo y contundente en defensa y cometes pifias de concentración. Así lo vi yo delante del televisor y no me estoy inventando nada.
 
 Ahora que caigo, en el Trofeo Carabela de Plata vi funcionar bien la defensa ante el Albacete y algo parecido sucedió ante el Real Murcia, en el derbi de Pinatar Arena, Aunque llego a la conclusión de que el ataque del Cádiz tiene más calidad y gol que el de murcianistas y albacetenses juntos de la mano.
 
DEL 2-0 AL 2-2, COMO DE LA NOCHE AL DÍA
 
Pero, bueno, lo que da base y sustento a la teoría de que este Cartagena dará esta campaña muchas más alegrías que sobresaltos también se vio en el estadio Ramón de Carranza en la desconcertante tarde del sábado que nos dieron los albinegros. Nada que ver con el conjunto desangelado e infectado de sportitis de la pasada temporada que ha sido superada por el antídoto Belmonte.
 
Menudo, cartagenerista, comenzó a despertar en el Carranza.
 
A mí no me extraña que el partido del sábado hubiese acabado en 4-4. No creo exagerar pero si lo hago, que me perdonen. Porque me encantó ese levantarse enseguida tras el 2-0 como activado por  un resorte. Juan Carlos Menudo despertó y volvía ser el jugador ratonero que verticaliza, Sergio García llevaba de cabeza a la parte zurda de la zaga amarilla y Montero constató estar ahí siempre para llevar de cabeza a los cadistas y finalmente marcar los dos goles de los de VF.
 
Mas por encima de las individualidades, en las que meto a Sergio Jiménez, cada día más desenvuelto,  lo mejor fue la sensación de conjunto –todavía en fase de ajustes y reajustes- intentando jugar el balón desde atrás excepto en seis o siete saques directos  de Limones desde su parcela cuando no era posible ni prudente sacar la pelota jugada para llevarla al área andaluza. 
 
Pero lo mismo digo, y aviso, que cuando todos pensamos que el camino del éxito está ahí, convenciendo con un juego ligado que enamora, ese fútbol bendito, apreciado y agradecido no puede verse lastrado  por voluminosos errores aislados si éstos tardan en corregirse. No me cabe la menor duda que el novel entrenador que triunfo en Cartagena como jugador y sus ayudantes en el ámbito técnico (Macón en primer término) ponen el mayor empeño en eliminar acciones que de mantenerse podrían colocar al equipo la etiqueta de equipo jugón pero cosechero de victorias morales. Que de triunfos morales  se encuentran los cementerios de equipos llenos.
 
 LA PRUEBA DE LA BALONA
 
Para victorias morales ya estuvo bien con el 0-1 ante el Linares en la primera jornada ante más de 5.200 fieles, mereciendo otro marcador por juego y posibilidades.  Y como el fútbol es tan puñetero ahora vemos cómo el Granada B se merienda al equipo linarense en su propio terreno con un 1-4.
 
Ahora, ya en el umbral de la tercera jornada de Liga, el domingo que viene comparece la Balona y no quiero pensar en una tercera victoria moral sino en un primer triunfo efectivo. Que se vea en el marcador electrónico y que esté acompañado de un buen fútbol. Más no se puede pedir.
 
Quedo pendiente de conocer (domingo a las 22,15 horas concluye) el resultado del Linense-Recreativo Huelva.En teoría un buen encuentro entre aspirantes a pelear arriba, en la azotea de la Liga, en especial el Recre pero también la Balona.
 
Dejo como anécdota el puesto de colista que exhibe el FC Cartagena tras la segunda jornada. No es para desconcertarse. Es lógico después de mantener el casillero de los puntos a cero.Consolémonos pensando que dos jornadas no son nada.

En Carranza, una segunda 'victoria moral'
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