Hasta ese momento, el 2-0 encajado en Las Palmas, Carrasquilla era inamovible. Una gran parte del juego de ataque blanquinegro se basaba en el fútbol que desplegaba el panameño que, en una semana, pasó de la titularidad a sentarse en el banquillo y sin un solo minuto frente al Leganés –el último triunfo albinegro hasta la fecha-.
En la jornada siguiente tendría siete minutos ‘de la basura’ en el `’San Moix’ mallorquinista, otro partido de suplente y sin un solo minuto frente a la Ponferradina y su marcha a Panamá para jugar con su Selección y caer en la cuarentena por culpa dl ‘bicho’ del coronavirus.
El pasado jueves estuvo en el banquillo de La Romareda, calentó algunos minutos por la banda y poco más, con lo que parece evidente que el centroamericano no es, precisamente, de los jugadores en los que más confía Luis Carrión, quizás por su forma de jugar tan despreocupado, quizás por los balones que pierde y que han costado algún que otro gol o, sencillamente, porque el técnico no acaba de ver cómo encaja la pieza del ‘Coco’ en el esquema que utiliza.
Desde que se anunció el supuesto fichaje de Adalberto por el CD Leganés a partir de la próxima temporada muchas cosas parecen haber cambiado para quien ha sido santo y seña del equipo y el futbolista más destacado. Sólo es cuestión que Carrasquilla vuelva a retomar la senda de esos buenos encuentros en los que acababa siendo decisivo con un fútbol alegre y brillante.