FICHA TÉCNICA
ÉIBAR: Luca Zidane, Arbilla, Federico Venancio, Juan Berrocal, Imanol, José Corpas (Rahmani, minuto 46), Peru Nolaskoain, Javi Muñoz (Aketxe, minuto 57), Matheus Pereira, Stoichkov y Jon Bautista (Quique González, minuto 77).
Banquillo: Yoel (p.s.), Cantero, Arana, Iker Alday, Ríos, Chema Rodríguez, Aketxe, Ángel Toncho, Rahmani y Quique González.
FC CARTAGENA: Aarón Escandell; Iván Calero, Kiko Olivas, Datkovic, Iván Martos (Alcalá, minuto 32); Pêpê (Eteki, minuto 72), Musto (Mikel Rico, minuto 83), Óscar Ureña (Ortuño, minuto 46), Jairo (Jansson, minuto 72), De Blasis y Borja Valle.
Banquillo: Marc Martínez (p.s.), Alcalá, Pablo Vázquez, Miguelón, Eteki, Mikel Rico, Sangalli, Jansson, Sadiku, Sanghuk y Ortuño.
ÁRBITRO: Hernández Maeso, del colegio extremeño. Cartulinas amarillas para los locales Bautista, Armilla y Nolaskoain; y para los cartageneristas Datkovic e Iván Calero
GOLES: 0-1. Minuto 2: Jairo. 0-2. Minuto 4: Borja Valle. 0-3. Minuto 69: De Blasis.
INCIDENCIAS: Partido de la vigesimoséptima jornada de la Liga Smartbank disputado en el Estadio Irupua ante 5.187 espectadores.
LA CRÓNICA
El FC Cartagena no pudo elegir mejor escenario para romper su mala racha de resultados (ocho encuentros consecutivos sin ganar) que en Ipurua. Y es que el Éibar, firme candidato al ascenso de categoría y equipo que llevaba nada menos que ocho meses sin perder en casa (la última vez fue en junio de 2022 en el partido del playoff de ascenso a Primera División frente al Girona) se encontró a los cuatro minutos con un 0-2 en contra, o lo que es lo mismo, la efectividad del FC Cartagena en sus dos primeras aproximaciones al área rival acabaron en el fondo de la portería defendida por Luca Zidane.
La primera llegó a los dos minutos después de que Jairo aprovechara un rechace del meta local para 'empalmar' con la zurda casi en la frontal del área un balón que acabó colándose cerca del palo derecho del marco eibarrés. Casi no había de terminado de celebrar el gol el cuadro de Luis Carrión cuando un centro por la izquierda de Óscar Ureña fue rematado con una precisión exacta dentro del área por Borja Valle, libre de marcaje, para colocar el 0-2 en el electrónico. No habían pasado ni cinco minutos y el Efesé ya dominaba en Ipurua. El acierto y la efectividad de las que había carecido en partidos anteriores se convirtieron en un hecho, cuanto menos, sorprendente, más aun teniendo en cuenta que cuadro vasco se había convertido en uno de los más seguros en su estadio.
Con esta premisa nada más arrancar el envite fueron transcurriendo los minutos y, tal y como se esperaba, el Éibar comenzó a hacerse dueño del centro del campo, del juego y a protagonizar las acciones más peligrosas de cara al marco contrario. Pero la figura de Aarón Escandell y del magnífico repliegue defensivo de los albinegros evitaban una y otra vez que el cuadro azulgrana redujera distancias en el marcador. Y eso que a la media hora Carrión se vio obligado a realizar la primera sustitución en el equipo tras caer lesionado Iván Martos, dando entrada a Alcalá en el centro de la zaga y situando a Datkovic en la banda izquierda.
Se afrontó así la segunda parte con todo por decidir. O mejor dicho, con todo por proponer por parte del cuadro de Garitano en todos los aspectos. El vasco movió banquillo dándole un plus de peligrosidad a los suyos con la salida al terreno de juego de Rahmani, en primera instancia, y de Aketxe poco después, pero ni con esas. La férrea defensa cartagenerista estuvo sublime aunque bien es cierto que los locales tuvieron un par de acciones que llevaron el miedo a la parroquia albinegra.
En el minuto 69, y en una preciosa combinación entre Pêpê y De Blasis desde el centro del campo, sirvió para que el argentino batiera a Luca Zidane con un chut raso y colocado que el meta local estuvo a punto de detener. De Blasis, ex jugador del Éibar, no celebró el gol e incluso pidió perdón a la grada en un bonito gesto que no fue correspondido por un sector del público que llegó a increparle el tanto. Era, obviamente, la impotencia y el enfado de ver cómo su equipo caía goleado ante un Cartagena que llegaba como víctima propicia para sumar un nuevo triunfo y que, lejos de ello, daba una lección de efectividad a la escuadra de Garitano que tras ocho meses sin perder en Ipurua tuvo que rendirse ante la evidencia. O mejor dicho, ante la impresionante efectividad de un Efesé que ha resucitado en el momento mas oportuno.