FICHA TÉCNICA
RESULTADO
FC Cartagena 2-0 FC Jumilla
ALINEACIONES
FC Cartagena: Limones; Ceballos, Moisés, Ayoze, Candelas; Sergio Jiménez, Rivero; Juanlu (68’ Palau), Cristo (59’ Sergio García), Menudo; Montero (89’ Laens).
FC Jumilla: Seral; Fran Manzanara (77’ Terol), Verdú, Carlos Fernández, Manu Torres, Julien, Víctor Fenoll (65’ Guardiola), Borja, Etamané, Perona, Vega (76’ Vargas).
GOLES
1-0, Rivero (57’); 2-0,Menudo (88’).
ÁRBITRO
Mena GImeno, del colegio valenciano. Amonestó a Palau y Ceballos por los locales y a Carlos Fernández, Julien, Manu Torres y Borja por los visitantes.
INCIDENCIAS
5.835 espectadores en el municipal Cartagonova.
CRÓNICA
Por CARLOS SÁNCHEZ / Fotos de RAÚL VELASCO
Pocas veces los jugadores nos lo ponen tan fácil a los cronistas para contar que ha pasado de lo que lo tenemos en este derbi regional. Fueron dos períodos muy diferenciados. Hasta el minuto 57 el Cartagena arrolló al Jumilla, con ocasiones de todos los colores hasta que Rivero hizo el 1-0. Después, y sorprendentemente, el equipo albinegro se aculó y sufrió las acometidas de un Jumilla que se vio crecido… hasta que Menudo puso la sentencia. Un partido con momentos clave para los dos equipos.
Pero que el resultado al descanso fuera empate a cero es algo que se escapa al conocimiento de cualquiera que haya visto el encuentro. El Jumilla tuvo su ocasión, pero es que el Cartagena las tuvo de todos los colores para haber convertido. Y, además, ocasiones clarísimas, de las que entrarían en cualquier otro estadio o a cualquier otro equipo. Pero se ve que esta campaña en el Cartagonova confluyen las mismas circunstancias que se reproducen en el triángulo de las Bermudas.
Ya comenzó con un alto ritmo. Tanto que apenas a los veinte segundos de juego Cristo tuvo la primera. Dos minutos más tarde, el propio mediapunta tinerfeño cayó dentro del área y se reclamó penalti, no pitado. Y tres más tarde, Montero falló una clamorosa oportunidad. Solo en la frontal del área pequeña, sin oposición, no fue capaz de darle dirección a un cabezazo que parecía sencillo.
Tras eso, el Jumilla tuvo su momento. Encadenó tres córners de manera consecutiva y cruzó un balón sobre el área pequeña de Limones que a punto estuvo de suponer gol. Fue un espejismo, un pequeño parón en la sucesión de aproximaciones del cuadro cartagenerista. Rivero se puso a los mandos y ofreció un auténtico clínic de fútbol, algo que no sirvió para marcar. Menudo falló un mano a mano clamoroso – por tener demasiado tiempo para pensar – y el propio Rivero estrelló un derechazo al palo.
Juanlu tuvo otra, Ceballos una más, Menudo no llegó a un cabezazo por centímetros, Candelas aparecía una y otra vez por la autopista de la izquierda… Pero no llegó. Al descanso el resultado era un incomprensible empate a cero. A la reanudación, todo siguió igual hasta el 1-0. Un centro de Juanlu lo recogió Cristo en el segundo palo y se la dejó franca a Rivero para convertir un tan deseado por todos. Incluso Rivero tuvo otra vez el gol cuando estrelló otro derechazo en el travesaño. Pero, a partir de ahí, el Jumilla fue superior.
Nunca un gol tan esperado dio tantas alas al rival y empequeñeció al que va por delante. Lejos de dar tranquilidad y serenidad a los albinegros, el tanto se vio como un tesoro preciado que había que guardar como fuera. Como no, cuando había costado tanto conseguirlo. Esto hizo que los visitantes se estiraran y pusieran en serios, muy serios aprietos a la defensa. Un balón al palo y un disparo de Etamané que salvó Limones fue el bagaje ofensivo de los vinícolas. Un acertado Limones evitó el desangramiento.
Todo parecía abocado a un final apretado, quien lo iba a decir tras todas las ocasiones falladas. Sin embargo, Sergio robó un balón en el medio y, con tres zancadas, se plantó en la frontal y le regaló un balón de oro a Menudo para resarcirse de la fallida ocasión de la primera parte. Sentencia con el 2-0 y a otra cosa. Un resultado ajustado a tenor de los merecimientos de la primera parte, pero casi que justo tras la mejoría del Jumilla en la segunda mitad.
