8 de julio de 2013, 14:54
Paco Gómez y Pedro Cordero ya lo tienen casi todo hablado, tan sólo faltaría la respuesta definitiva del que seguirá siendo, pase lo que pase, el único accionista del FC Cartagena. El presidente de la última década quiere irse pero no termina de arrancar y Pedro Cordero ya cuenta con todos los respaldos que habría solicitado para dar el paso adelante. El balón está ahora en el tejado del empresario oriolano, cuyo principal problema es el resquemor que le produce la sensación de que Quique Pina, presidente del Granada, se encuentra apoyando esta operación con todas las de la ley.
Pedro Cordero ha estado en la mañana de este lunes con su hermano Juan Carlos Cordero hasta las 11 de la mañana en la peluquería de un íntimo amigo de ambos, en la de Manolo Pérez Gutierrez. Allí hemos estado con ambos hasta que Juan Carlos se ha marchado a Granada, al filo del mediodía. Está en plena campaña de fichajes y tenía que atender sus obligaciones.
Juan Carlos ha hablado lo suficiente con este diario para explicar, de viva voz, que el respaldo del Granada sería total y absoluto si es que al final se cierra la operación. El director deportivo del Granada dice que tiene jugadores de sobra para formar un equipo competitivo en un abrir y cerrar de ojos, que esa cuestión no sería ningún problema y que Quique Pina, dueño del Granada, ya ha hablado con su hermano Pedro para ofrecerle todo su apoyo.
El principal escollo radica en los 2,5 millones que el club adeuda a la Seguridad Social. A ver cómo se quita esa historia. Pedro es evidente, no está dispuesto a hacerse cargo de este 'regalito' que le pertenece a Paco Gómez y del cual ya habría que pagar una parte, unos 200.000 euros aproximadamente antes de que acabe julio.
La parte deportiva es la que menos preocupa ya que Cordero tiene recursos suficientes como para formar una buena plantilla para luchar sin ningún problema por el ascenso y que sirva para ilusionar a la afición hasta tal punto que se perderían muy pocos, apenas abonados. El hecho de cartagenerizar al club y de traer a futbolistas interesantes será un gancho suficiente. El quid de la cuestión radica en ese problema económico con la Seguridad Social del que Pedro quiere que todo quede claro por escrito.
Pero es verdad que nadie quiere adelantar acontecimientos. La precaución manda. Pedro dice que si hay acuerdo fenomenal y si no lo hay pues se estrecharán la mano y a otra cosa. Conociendo a Paco Gómez todo es imprevisible aunque si ha trascendido que Manolo Grau, uno de los más estrechos colaboradores de Paco Gómez, es un firme defensor de la salida de Gómez de la presidencia para dejar sitio a que Cordero aterrize cuanto antes. Pero falta que PG lo acabe de entender o digerir. Al final es el que decide mientras Pedro espera.
