Pero es evidente que el Cartagena se está desangrando esta brillante temporada por donde más duele, en los partidos de casa. Cualquier equipo que se precie de aspirar a algo significativo, un título, un ascenso, tiene que hacer de su recinto un fortín. Y por ahí justamente es por dónde más están fallando los de Monteagudo.
Este domingo además, saltaba a la vista un agujero tremendo en el centro del campo, sin entrar ya en la floja actuación de Sergio Jiménez, que dista mucho de encontrarse ante su mejor temporada. Llamó la atención la salida del césped de Llorente mientras Gonzalo Verdú se quedó en el banquillo. A veces parece que lo que ve tanta gente no lo ven los que deberían verlo. Pero doctores tiene la iglesia.
El caso es que ya son 20 los puntos que se han escapado del Cartagonova. Y esa no deja de ser una rémola que, o la arreglan los jugadores del Cartagena o difíciles van a estar cualquiera de los objetivos que pasan siempre, siempre, por ser fuertes en casa. Una condición que para nada cumplen los albinegros y que no logra despejar todas las dudas que dejan después de cada tropiezo casero. Que ya son muchos.