FICHA TÉCNICA
RESULTADO
UD Melilla 3-2 FC Cartagena
ALINEACIONES
UD Melilla: Álvaro, Juanjo, Richi, Nando, Mahanan, Koeman (61' Chota), Manolo, D.Sánchez, Pedro Conde, Sufian, Guille Roldán (61' Braim).
FC Cartagena: Limones; Segura (69' Abenza), Robusté, Tarantino, Germán; Sergio, Luque, Prosi; Gato, Carlos M. (75' Santiesteban), Chus Hevia.
GOLES
0-1, Hevia (1'); 0-2, Luque (18'); 1-2, Manolo (65'); 2-2, Chota (84'); 3-2, David Sánchez de penalti (90').
ÁRBITRO
Collado López, del colegio castellano-manchego. Amonestó a Koeman por los locales y a Prosi, Robusté, Luque, Santiesteban, Abenza por los visitantes.
INCIDENCIAS
Alrededor de 700 espectadores en el Álvarez Claro.
CRÓNICA
Por CARLOS SÁNCHEZ
Fotos de MelillaEsDeporte.es
Fue un partido de dos caras. Los clásicos dirían que una parte para cada equipo. El Cartagena salió mejor y se puso 0-2 en menos de veinte minutos, completando una primera mitad muy solvente y con mucho acierto de cara a portería rival. Sin embargo, la segunda fue otra historia, y el Melilla consiguió empatar aún habiendo fallado un penalti nada más salir del vestuario. Sin embargo, se repuso de eso y con creces en una segunda parte en la que le dio la vuelta al marcador. Increíble como el Cartagena se dejó voltear el resultado.
Será por el trabajo del coach o no, pero la primera parte el Cartagena tuvo un aire nuevo. Decidido, el partido se colocó muy pronto de cara. Siendo leales a lo más básico del fútbol – que cada uno haga lo que sepa hacer – Luque condujo una contra habilitando en profundidad a Gato por la banda derecha. El lojeño vio como entraba al área más solo que la una Chus Hevia y le sirvió el balón. Con semejante regalo el asturiano, tras relamerse, batió de disparo cruzado al cancerbero local. Menos de un minuto tardó Hevia en agradecer al Comité que le quitara la segunda amarilla ante La Hoya y le permitiera estar en la ciudad norteafricana. "Bendito recurso”, debió de pensar Palomeque.
El Cartagena volvió a ser un equipo serio y duro. No concedió apenas ocasiones a un Melilla que lo intentó con más fe que fútbol, y las aproximaciones locales fueron contadas. Al chaval Segura – debutante y, por ello, quizá la pieza defensiva más débil – no se le vieron las costuras porque el Melilla no supo 'meterle mano' a un equipo muy serio. Apenas solo a balón parado consiguió Manolo poner un 'uy' en la grada del Álvarez Claro con un disparo que bloqueó Germán mandándolo a córner. Pero, en ese instante, el resultado ya era de 0-2.
Porque cuando las cosas van de cara, sale todo bien. En el minuto 18 Jorge Luque amplió distancias con un auténtico golazo. El cordobés consiguió un gol olímpico al saque de un córner que se coló por el primer palo de la portería melillense. El Cartagena hizo gala de dinamita y convirtió dos de sus tres mejores ocasiones. La tercera la marró Carlos Martínez en un mano a mano dentro del área queriendo finalizar con la pierna derecha cuando su posición marcaba la izquierda como la ideal. Antes de llegar al descanso, el partido se encrespó por una falta no señalada por el colegiado y un disparo de Luque cuando estaba tendido en el suelo un jugador melillense. En esas llegó el final de la primera parte con 0-2 en el marcador.
LA PESADILLA DE LA SEGUNDA PARTE
De lo conseguido en los primeros 45 minutos, nada quedó tras el descanso. Ese Cartagena serio, solvente, que tenía todo a su favor, volvió a convertirse en el equipo ramplón, rácano y sin ideas que nos tenía acostumbrados. De hecho, todo empezó demasiado pronto. A los cinco minutos del inicio, Robusté cometió penalti y vio amarilla. Afortunadamente David Sánchez lo mandó demasiado a la derecha de la portería de Limones. Parecía una señal, este partido no se podía escapar. Nada más lejos de la realidad.
Manolo acortó distancias en el minuto 65, después de que Gato estrellara un balón en el larguero. Un disparo con la zurda del melillense, que rechazó en un defensor, y se metió en la portería de Limones. El Melilla lo siguió intentando, mientras el Cartagena se veía superado. No era capaz de salir con peligro salvo en dos ocasiones, marradas por Luque y Hevia, al que su disparo a la media vuelta lo atrapó Álvaro. Y en los últimos instantes del encuentro, el apocalipsis.
En un saque de banda largo, peinado en el primer palo, Chota – bien colocado en el segundo – cabeceaba a la red. Era el 84' y suponía la igualada. Pero lo peor estaba todavía por llegar. Abenza cometió un penalti burdo, grosero e innecesario en el minuto 90. Peor imposible. David Sánchez se resarcía de su fallo 40 minutos antes y le daba al Melilla la victoria, hundiendo aún más al Cartagena en la depresión en la que anda metido. Perder un partido así es imperdonable.
