Atrás quedaron las más de doce horas que el Cartagena ha estado sin ganar en un terreno de juego. Ocho partidos que se han hecho eternos que llegaron a poner en tela de juicio muchas cosas. El 0-3 claro, rotundo, en Éibar, aclaró muchas cosas y el apretado 2-1 ante el Real Oviedo terminó de calmar al personal cartagenerista, que disfrutó con un primer tiempo precioso aunque acabase sufriendo en los últimos compases del partido.

Este Cartagena de doble cara ha sabido reinventarse, mover a determinados peones de sitio y colocar a otros nuevos aunque ello suponga la desaparición de futbolistas tan válidos como Sangalli o Mikel Rico, que cuentan menos para Luis Carrión. No es fácil competir en Segunda y menos llegar a esos 40 puntazos que acercan al equipo blanquinegro a la que puede ser su cuarta temporada consecutiva en una categoría tan complicada como la Liga Smartbank.
MENDIZORROZA, UNA PLAZA COMPLICADA PERO…
En el entorno blanquinegro ya se respira de otro modo una vez han desaparecido los fantasmas de una caída hacia la mitad de la tabla hacia abajo. El objetivo es el que es: 50 puntos y amarrar la permanencia.

Jugar en Vitoria (sábado, 16.15 horas) es un plus añadido porque en el Cartagena no se descarta nada. Lo ha hecho en otros campos peliagudos (Valencia/Levante, Huesca, Éibar…) y a los albinegros no se les da mal jugar ante ‘gallitos’. Mendizorroza es una de las plazas más complicadas de la categoría, pero cosas más difíciles hemos visto durante esta temporada en la que los blanquinegros aún no han dicho su última palabra.
De momento ya hemos visto las dos caras del Efesé, que tiene fuerzas, ganas y también ilusión por conseguir la que sería la tercera victoria consecutiva y cortar de raíz la racha de cinco partidos consecutivos ganando el equipo babazorro.