14 de febrero de 2010, 1:00
FICHA TÉCNICA
RESULTADO
FC CARTAGENA, 1 (Delucas (penalti) Real Unión Irún, 0
ALINEACIONES
FC CARTAGENA
Rubén (1); Txiki (2), Chus (2), Cygan (2), Clavero (2); Mariano Sánchez (2), Longás (2); Lafuente (1), Víctor (1), Toché (1), Delucas (1).
CAMBIOS
Quintero (2) por Víctor (Min. 41)
Falcón (2) por Chus (Min. 62)
Signorino (s.c.) por Lafuente (Min. 84)
RESTO BANQUILLO
Castilla (p.s.), Héctor Yuste, Balboa y Tato
REAL UNIÓN IRÚN
Otermin (1), Descarga (2), Alcalá (1), Iosu Iglesias, Gurrutxaga, Gabaraín; Montoro, Aitor Sanz, Beobide, Abasolo; Brit
CAMBIOS
R. Durán opor Montoro (Min. 56)
Goran (1) por Brit (Min. 67)
Sergi Francis (1) por Gabarain (Min. 72)
RESTO BANQUILLO
San Sebastián, Quero, Mendinueta y Robles
ÁRBITRO: El andaluz, de Linares, Pérez Montoro. Tarjetas amarillas para los albinegros Longás, Mariano, Falcón y Clavero y para los donostiarras Montoro, Beobide, Alcalá y Gurrutxaga
GOLES: 1-0. Min. 68: Derribo a Toché en el área que Quique de Lucas transforma en gol.
INCIDENCIAS. Jornada 24 en la Liga Adelante. 7.665 espectadores según datos oficiales facilitados por el club. Estuvo lloviendo casi todo el partido, especialmente a partir del descanso, con momentos que cayó agua de forma torrencial. Un minuto de silencio por la muerte de Luis Quesada, ex entrenador del Cartagena en los años sesenta.
LA CRÓNICA
Por GUILLERMO JIMÉNEZ
El Cartagena ha sacado adelante un partido de los típicos en los que se presenta teóricamente poco dificultoso, por la posición del adversario, pero en la realidad fue un canto al sacrificio, al esfuerzo colectivo y a la batalla contra una barrera de cinco hombres, reforzado su centro de campo y sólo preocupado de inquietar a Rubén cuando llevaba el 1-0 a cuestas. Un marcador estrecho que se situó en el luminoso con el penalti que le hicieron a Toché y que De Lucas transformó.
Tres puntos (ya son 43 en la cuenta albinegra) a costa de superar a un Real Unión de Irún que se vio favorecido por la rapidez con la que se movía el balón, por la pertinaz lluvia, en una cancha resbaladiza que favorecía más a los norteños en una tarde de perros, de la que sólo se dan en estos lares cuatro o cinco veces en el año. El Cartagena comenzó sin prisas, con un juego pausado, controlando la pelota, que salía jugada desde atrás, de acuerdo con el consabido patrón. Hubo excesivos pases laterales, tal vez, pero es lo que marca el guión y con ese sistema a los de JIM les ha ido bien. Lo que ocurrió fue que los guipuzcoanos juntaron las líneas, apenas dejaron huecos delante del meta Otermín y la operatividad atacante de los cartageneristas no aparecía.
El ariete Toché fue el que más problemas encontró en el estado del rectángulo de juego al perder varios balones lanzados al área que se deslizaron por el césped ayudados por el agua. Toché no pudo llegar a pelotas que en otras circunstancias no habría tenido problemas para controlar.
LA MURALLA IRUNDARRA SE MANTUVO HASTA EL 1-0
Intentó el equipo de Juan Ignacio abrir por las bandas, dominó la situación y la muralla irundarra se mantuvo sin alteraciones. El cuadro del Gal no tenía prisas y en momentos determinados el Cartagena llegó a contagiarse de la parsimonia del Real Unión, que al término de los primeros 45 minutos cumplió el objetivo inicial de no recibir goles. Por su parte, el meta local Rubén se pasó la primera fase saltando y moviendo las extremidades para evitar congelarse; no tuvo que intervenir en el juego.
El técnico cartagenerista consideró burcar el revulsivo del panameño Quintero y lo puso en circulación en el minuto 41, en sustitución de Víctor, que estaba ‘tocado’ después de varias tarascadas de la defensa norteña. Y, en efecto, Quintero revolucionó en la segunda parte el ala derecha del cuadro de casa, buscó penetraciones por velocidad y alguno de sus incursiones y de sus centros pudieron acabar en gol.
Se encorajinó el Cartagena. Enseguida con la entrada de Falcón en el centro del campo, al sustituir a Chus Herrero, cuyo puesto en la defensa pasó a ocupar Mariano, formando con Cygan la pareja de centrales, el equipo de casa ganó muchos enteros. No estaba dispuesto a perder más tiempo. Venció la pelea de la anticipación y las alas fueron el terreno utilizado para desarticular a un rival que persistía en mantener cinco defensas en línea. El público apretó, animó y el Real Unión se vio más muchó más cercado que en el primer tiempo.
Toché, que peleaba todos los balones en todas las posiciones, fue derribado en el área norteña a los 68 minutos y el árbitro pitó penalti. Esta vez fue De Lucas el ejecutor y consiguió colocar el 1-0 en el marcador. Con veintidós minutos por delante el cuadro visitante modificó su actitud, comenzó a tener prisas y empezó a inquietar a la defensa albinegra que, capitaneada por Pascal Cygan, tuvo que achicar balones con los que los de Irún buscaban el empate, al que durante más de una hora se habían aferrado con un fútbol destructivo, solamente con tendencia a la conservación del resultado.
Al adelantar posiciones el adversario, ya con el 1-0 vigente, el Cartagena procuró apretar los dientes y no permitir que los visitantes se salieran con la suya. Hubo una colección de faltas señaladas por el andaluz Pérez Montero cerca del área albinegra que mantuvieron en vilo a los espectadores y especialmente la respiración se cortó cuando a ocho minutos del final entre Rubén y la madera se evitó que el Real Unión empatase en un obús de Maric, que había salido de refresco.
Momentos finales de intranquilidad, aunque fue un práctico y responsabilizado Cartagena el que consiguió llevar la pelota a las esquinas del campo guipuzcoano, para congelar el juego y neutralizar a un rival de no demasiados recursos atacantes pero que buscaba un punto en un golpe de suerte.
El técnico cartagenerista dio minutos a Signorino, el defensa francés que intervino en varias acciones cerca o por delante Clavero en un partido en el que el Cartagena tuvo que sacar la casta y mejorar en chispa y garra lo ofrecido en una primera fase de tanteo, de toma de posiciones. Imposible brillar más y dar mejor espectáculo ante un contrincante con un 1-5-3-1, que a veces era un 1-10. Defensiva a ultranza hasta que el gol de penalti derribó su castillo de naipes.
En la tabla general, el Cartagena mantiene distancias sobre el Numancia –cuatro puntos- y el Betis, que empató en Huelva, queda a 8 puntos. Los béticos serán los próximos visitantes del estadio Cartagonova. El Hércules cumplió con su obligación y este domingo se verá si el Nàstic le da la tarde a la Real en Anoeta.
RESULTADO
FC CARTAGENA, 1 (Delucas (penalti) Real Unión Irún, 0
ALINEACIONES
FC CARTAGENA
Rubén (1); Txiki (2), Chus (2), Cygan (2), Clavero (2); Mariano Sánchez (2), Longás (2); Lafuente (1), Víctor (1), Toché (1), Delucas (1).
CAMBIOS
Quintero (2) por Víctor (Min. 41)
Falcón (2) por Chus (Min. 62)
Signorino (s.c.) por Lafuente (Min. 84)
RESTO BANQUILLO
Castilla (p.s.), Héctor Yuste, Balboa y Tato
REAL UNIÓN IRÚN
Otermin (1), Descarga (2), Alcalá (1), Iosu Iglesias, Gurrutxaga, Gabaraín; Montoro, Aitor Sanz, Beobide, Abasolo; Brit
CAMBIOS
R. Durán opor Montoro (Min. 56)
Goran (1) por Brit (Min. 67)
Sergi Francis (1) por Gabarain (Min. 72)
RESTO BANQUILLO
San Sebastián, Quero, Mendinueta y Robles
ÁRBITRO: El andaluz, de Linares, Pérez Montoro. Tarjetas amarillas para los albinegros Longás, Mariano, Falcón y Clavero y para los donostiarras Montoro, Beobide, Alcalá y Gurrutxaga
GOLES: 1-0. Min. 68: Derribo a Toché en el área que Quique de Lucas transforma en gol.
INCIDENCIAS. Jornada 24 en la Liga Adelante. 7.665 espectadores según datos oficiales facilitados por el club. Estuvo lloviendo casi todo el partido, especialmente a partir del descanso, con momentos que cayó agua de forma torrencial. Un minuto de silencio por la muerte de Luis Quesada, ex entrenador del Cartagena en los años sesenta.
LA CRÓNICA
Por GUILLERMO JIMÉNEZ
El Cartagena ha sacado adelante un partido de los típicos en los que se presenta teóricamente poco dificultoso, por la posición del adversario, pero en la realidad fue un canto al sacrificio, al esfuerzo colectivo y a la batalla contra una barrera de cinco hombres, reforzado su centro de campo y sólo preocupado de inquietar a Rubén cuando llevaba el 1-0 a cuestas. Un marcador estrecho que se situó en el luminoso con el penalti que le hicieron a Toché y que De Lucas transformó.
Tres puntos (ya son 43 en la cuenta albinegra) a costa de superar a un Real Unión de Irún que se vio favorecido por la rapidez con la que se movía el balón, por la pertinaz lluvia, en una cancha resbaladiza que favorecía más a los norteños en una tarde de perros, de la que sólo se dan en estos lares cuatro o cinco veces en el año. El Cartagena comenzó sin prisas, con un juego pausado, controlando la pelota, que salía jugada desde atrás, de acuerdo con el consabido patrón. Hubo excesivos pases laterales, tal vez, pero es lo que marca el guión y con ese sistema a los de JIM les ha ido bien. Lo que ocurrió fue que los guipuzcoanos juntaron las líneas, apenas dejaron huecos delante del meta Otermín y la operatividad atacante de los cartageneristas no aparecía.
El ariete Toché fue el que más problemas encontró en el estado del rectángulo de juego al perder varios balones lanzados al área que se deslizaron por el césped ayudados por el agua. Toché no pudo llegar a pelotas que en otras circunstancias no habría tenido problemas para controlar.
LA MURALLA IRUNDARRA SE MANTUVO HASTA EL 1-0
Intentó el equipo de Juan Ignacio abrir por las bandas, dominó la situación y la muralla irundarra se mantuvo sin alteraciones. El cuadro del Gal no tenía prisas y en momentos determinados el Cartagena llegó a contagiarse de la parsimonia del Real Unión, que al término de los primeros 45 minutos cumplió el objetivo inicial de no recibir goles. Por su parte, el meta local Rubén se pasó la primera fase saltando y moviendo las extremidades para evitar congelarse; no tuvo que intervenir en el juego.
El técnico cartagenerista consideró burcar el revulsivo del panameño Quintero y lo puso en circulación en el minuto 41, en sustitución de Víctor, que estaba ‘tocado’ después de varias tarascadas de la defensa norteña. Y, en efecto, Quintero revolucionó en la segunda parte el ala derecha del cuadro de casa, buscó penetraciones por velocidad y alguno de sus incursiones y de sus centros pudieron acabar en gol.
Se encorajinó el Cartagena. Enseguida con la entrada de Falcón en el centro del campo, al sustituir a Chus Herrero, cuyo puesto en la defensa pasó a ocupar Mariano, formando con Cygan la pareja de centrales, el equipo de casa ganó muchos enteros. No estaba dispuesto a perder más tiempo. Venció la pelea de la anticipación y las alas fueron el terreno utilizado para desarticular a un rival que persistía en mantener cinco defensas en línea. El público apretó, animó y el Real Unión se vio más muchó más cercado que en el primer tiempo.
Toché, que peleaba todos los balones en todas las posiciones, fue derribado en el área norteña a los 68 minutos y el árbitro pitó penalti. Esta vez fue De Lucas el ejecutor y consiguió colocar el 1-0 en el marcador. Con veintidós minutos por delante el cuadro visitante modificó su actitud, comenzó a tener prisas y empezó a inquietar a la defensa albinegra que, capitaneada por Pascal Cygan, tuvo que achicar balones con los que los de Irún buscaban el empate, al que durante más de una hora se habían aferrado con un fútbol destructivo, solamente con tendencia a la conservación del resultado.
Al adelantar posiciones el adversario, ya con el 1-0 vigente, el Cartagena procuró apretar los dientes y no permitir que los visitantes se salieran con la suya. Hubo una colección de faltas señaladas por el andaluz Pérez Montero cerca del área albinegra que mantuvieron en vilo a los espectadores y especialmente la respiración se cortó cuando a ocho minutos del final entre Rubén y la madera se evitó que el Real Unión empatase en un obús de Maric, que había salido de refresco.
Momentos finales de intranquilidad, aunque fue un práctico y responsabilizado Cartagena el que consiguió llevar la pelota a las esquinas del campo guipuzcoano, para congelar el juego y neutralizar a un rival de no demasiados recursos atacantes pero que buscaba un punto en un golpe de suerte.
El técnico cartagenerista dio minutos a Signorino, el defensa francés que intervino en varias acciones cerca o por delante Clavero en un partido en el que el Cartagena tuvo que sacar la casta y mejorar en chispa y garra lo ofrecido en una primera fase de tanteo, de toma de posiciones. Imposible brillar más y dar mejor espectáculo ante un contrincante con un 1-5-3-1, que a veces era un 1-10. Defensiva a ultranza hasta que el gol de penalti derribó su castillo de naipes.
En la tabla general, el Cartagena mantiene distancias sobre el Numancia –cuatro puntos- y el Betis, que empató en Huelva, queda a 8 puntos. Los béticos serán los próximos visitantes del estadio Cartagonova. El Hércules cumplió con su obligación y este domingo se verá si el Nàstic le da la tarde a la Real en Anoeta.
