El Cartagena, lejos de levantar cabeza, se hunde cada semana un poco más en la clasificación, esta vez por culpa de un nuevo empate sin goles, el segundo seguido sin goles y el tercero consecutivo que no lleva a ningún sitio que no sea el descenso de categoría. Con solamente 11 puntos los cartageneristas están obligados al ilagro de hacer una segunda vuelta espectacular empezando por encadenar varias victorias consecutivas. Las alarmas están encendidas.
CARTAGENA: Reina (3) ; Txiki (1), Chus Herrero (2), Abraham Paz (2), Kijera (1); Mariano Sánchez (2), Dimas (0) (Lafuente(1) , minuto 75), Álvaro Antón (1), Toni Moral (1) (Maldonado (-), minuto 85); Goiría (0) (Salva Chamorro (0), minuto 57) y Collantes (1).
VALLADOLID: Jaime (2) ; Balenziaga (1), Rueda (1), Valiente (1), Peña (1); Álvaro Rubio (2) (Javi Baraja (-), minuto 82), Víctor Pérez (1) , Sisi (1) , Marquitos (1) (Jofre (1), minuto 72); Óscar (1) (Saná (-), minuto 86) y Manucho (0).
ÁRBITRO: Juan Martínez Munuera, del comité valenciano. No mostró tarjetas.
INCIDENCIAS: Decimoquinta jornada de la Liga de Segunda División en el estadio Cartagonova de Cartagena. 6.986 espectadores
LA CRONICA
Por GUILLERMO JIMÉNEZ
El objetivo de sumar de tres en tres se le sigue negando al Cartagena, que empató en propio campo ante un Valladolid relativamente asequible, privado de varios jugadores importantes, entre ellos el goleador Javi Guerra. La igualada da fe de un partido muy igualado, emocionante, de toma y daca, vibrante en el último cuarto de hora, en el que una vez más se dejaron ver las carencias en ataque de los albinegros. Empate justo que le va bien a los de Zorrilla y que, si no fuera por las actuales circunstancias, sería aceptable para los de Javi López.
También como sigue siendo costumbre la pólvora cartagenerista estuvo ausente. Acciones muy aisladas y sin mucha convicción, con escasos efectivos. Saques de esquina que no se resolvieron y una pelea en el centro del campo en la que unos y otros no mandaron. Fueron los defensas los que consolidaron el 0-0.
En el global del encuentro el Valladolid no confirmó su condición de conjunto aspirante. No fue superior al Cartagena, aunque la diferencia en puntos en la tabla clasificatoria es notable. Son las urgencias y la herencia de los primeros enfrentamientos en la Liga, sin vencer, lo que perjudica al cuadro del Cartagonova, que ha mejorado y sigue trabajando. Ante los vallisoletanos peleó hasta el final con el respaldo de los seguidores que se volcaron en los momentos críticos, cuando el partido enfilaba la recta final y se buscaban en vano las entradas en el área castellana, no hubo posibilidades. Ni Goiría ni Salva Chamorro después encontraron ocasiones diáfanas para el gol.
El gol se le sigue negando al Cartagena y los momentos propicios para llevar el balón a la red llegan con cuenta gotas. Afortunadamente el propio bloque defensivo responde, tapona, aguanta, tapona vías y frena a los rivales, con un portero que, como Manu Reina, ha tenido intervenciones cruciales para salvar el punto, sin que tuviese una tarea por encima de lo normal. Reina fue el mejor del equipo, que lleva dos jornadas seguidas sin encajar goles.
El Valladolid buscó en la segunda mitad los caminos del triunfo, mediante cambios en su formación tendentes a aprovechar algunas contras, pero Manuchi estuvo bien controlado y fue inoperante, y de otra parte Sisi buscó con su velocidad y picardía aportar peligrosidad al equipo rosa. El Cartagena jugó sus bazas pero con una tremenda cortedad de recursos para llegar al área vallisoletana con posibilidad real de marcar. Careció de efectivos, de decisión y la idea de ganar se frustró. Bien es cierto que los jugadores se esforzaron al máximo, empujados por el público, que sigue con el equipo en esta coyuntura.
El calendario más espinoso, en teoría, se ha terminado y va a comenzar el próximo sábado una nueva fase, que no será sencilla, ante adversarios con menos aspiraciones ante los que se han sacado puntos como Elche, Almería y Valladolid. El ánimo lo mantienen bien los hombres del Cartagena y eso es esencial.
Este sábado último de noviembre el Valladolid tuvo que conformarse con la igualada en un lance en el que apretó más en la segunda parte, pero no con rotundidad. Dio en piedra también en la ofensiva porque el Cartagena se defendió bien. La línea de cuatro, con Mariano por delante, puso el freno. Por ahí se logró ganar un punto. Es poco pero una derrota hubiese sido terrible en el aspecto psicológico.
