Tras un mes de enero de auténtica locura por ‘culpa’ del mercado de invierno, en el que el FC Cartagena realizó once operaciones entre entradas y salidas de futbolistas, la tranquilidad ha vuelto a las oficinas del club. O al menos, a la parcela deportiva. Y no porque la máquina no haya querido ponerse en marcha para su próximo trabajo, el de comenzar a preparar el equipo para el próximo ejercicio, sino porque a día de hoy nadie es capaz de aventurar qué puede ocurrir en las próximas jornadas a tenor de los malos resultados que está obteniendo el conjunto de Luis Carrión después de que en las últimas ocho jornada de Liga haya sido incapaz de conseguir una victoria.

Desde las altas esferas del Efesé se las prometían muy felices hace apenas un par de meses cuando el equipo incluso se mantenía en la zona de playoff de ascenso a Primera División. Pero, de repente, todo empezó a cambiar. Los resultados llegaron adversos, las derrotas y los empates se sucedían y, lo que es peor, las victorias no llegaban.
Tal es así, que los albinegros contabilizan a día de hoy nada menos que ocho encuentros consecutivos sin sumar un triunfo que no solo les han alejado de la zona noble de la tabla, sino que además han puesto en la picota la posible continuidad de su entrenador y que la cercanía con los puestos de abajo sea cada vez mayor.

Esta circunstancia, además, no solo está significando una cierta preocupación en la entidad, sino que además ha conllevado la paralización inmediata de la configuración de la plantilla para la próxima temporada; más aun teniendo en cuenta que para el ejercicio 2023-2024 habrá que hacer un equipo prácticamente nuevo.
Solo nueve de los actuales miembros de la plantilla albinegra tienen contrato en vigor para la próxima temporada; entre ellos los dos porteros, cuatro defensas, un centrocampista y dos delanteros
Y es que de los 25 futbolistas que componen el plantel albinegro a día de hoy, solo nueve de ellos tienen contrato en vigor para el siguiente campeonato: los guardametas Marc Martínez y Aarón Escandell; los defensas Kiko Olivas, Datkovic, Jairo e Iván Calero; el centrocampista Ferreiro; y los delanteros Isak Jansson y Alfredo Ortuño, a los cuales habrá que sumar al medio Neskes que se encuentra cedido en el Unionistas de Salamanca y que regresará al equipo al término de la temporada.
Es decir, menos de la mitad de la plantilla que actualmente defiende la camiseta del Efesé tiene asegurada su continuidad en el Club, aunque de estos hombres existe alguno de ellos que no las tendrían todas consigo y que pese a tener contrato en vigor podría solicitar la rescisión del mismo ante las escasas oportunidades que están teniendo en el actual ejercicio.

En la lista de bajas para la próxima temporada, con toda seguridad, se encuentran los siete jugadores que están cedidos (los defensas Miguelón e Iván Martos; los centrocampistas Franchu, Pêpê, Óscar Ureña y Yan Eteki; y el delantero Darío Poveda), además de otros que, a priori, ya podrían saber que su futuro está muy lejos de Cartagena, como son los casos del defensa Pablo Vázquez o Jairo Izquierdo; los centrocampistas Sanghyeok, Sangalli, Mikel Rico o Damián Musto; o los delanteros Borja Valle y Sadiku, aunque está claro que todo dependerá de un acuerdo entre la comisión deportiva y el entrenador, aunque a nadie se le escapa que estos futbolistas, salvo sorpresas mayúsculas, no proseguirán en la entidad.

Y es que, una vez más, en el FC Cartagena se volverá a trabajar a marchas forzadas durante este próximo verano para configurar una plantilla completamente nueva a la del ejercicio anterior; más aún en esta ocasión en la que todos los futbolistas que han llegado como refuerzos en el pasado mes de enero lo han hecho como cedidos por diferentes clubes aunque en alguno de los casos se han efectuado incluso cláusulas de compra obligatoria por parte del Efesé en caso de ascenso a Primera División, algo que a día de hoy, evidentemente, se antoja más que complicado a tenor de los números que presentan los albinegros.