30 de octubre de 2011, 19:06
La parroquia cartagenerista despide con una ovación a los suyos tras el gran derroche físico y abandona el Municipal Cartagonova con la convicción de que el equipo ha encontrado un camino a seguir.
El pesimismo que se había instaurado en la afición albinegra tras el nefasto comienzo de temporada se ha tornado en una ilusión que recuerda a la vivida tras el ascenso de Alcoy. A pesar de que la situación no esta tan dulce como aquella histórica 2009-2010, la afición ha vuelto a recuperar la fe en un equipo que hasta hace bien poco parecía abocado al pozo de la segunda “B”.
En la previa al ansiado partido ante el eterno rival el ambiente era de optimismo. Las victorias ante Girona y especialmente ante el Deportivo de la Coruña, han logrado resurgir a una plantilla a la que le ha costado digerir la inesperada situación en la que se encuentran. Aunque tras esta derrota el equipo sigue en puestos de descenso, las sensaciones son que el equipo saldrá muy pronto de esa zona de peligro. Las caras de los aficionados al abandonar el estadio mostraban claramente un pensamiento: “Hoy se nos han escapado, pero vamos a salir de ahí”.
La delicada situación que sigue atravesando el equipo no impide que vuelva a existir una completa comunión con la afición. Hasta no hace mucho, todo el que acudía al estadio respiraba un ambiente muy enrarecido, donde inconscientemente se esperaba el fallo de los locales para recriminarles dicho error.
Hoy el ambiente es totalmente distinto. La afición vuelve a estar a muerte con el equipo (no sólo hoy, sino desde hace varias jornadas) y los jugadores responden con un orgullo y corazón dignos de aplaudir. Desde hace varias jornadas los de Javi López han encontrado un estilo y creen en él. El equipo da esai mpresión, que han perdido el miedo. Y la afición no le va a fallar.
Es cierto que el equipo aún tiene cosas que pulir, como las jugadas a balón parado o el acierto de cara a puerta, pero el ambiente es muy esperanzador. El factor psicológico en este deporte es casi tan importante como el físico.
A día de hoy, todo el mundo que rodea al equipo está convencido de que se va a salir de ahí. A veces debes afrontar dificultades para asumir responsabilidades, y esta afición se ha dado cuenta de que si todos remamos a una, este tesoro que es el fútbol profesional en Cartagena va a seguir intacto. Se ha recuperado la fe. El equipo sabe que va a tener que sufrir mucho. Hoy los suyos le han demostrado que no estarán solos.
El pesimismo que se había instaurado en la afición albinegra tras el nefasto comienzo de temporada se ha tornado en una ilusión que recuerda a la vivida tras el ascenso de Alcoy. A pesar de que la situación no esta tan dulce como aquella histórica 2009-2010, la afición ha vuelto a recuperar la fe en un equipo que hasta hace bien poco parecía abocado al pozo de la segunda “B”.
En la previa al ansiado partido ante el eterno rival el ambiente era de optimismo. Las victorias ante Girona y especialmente ante el Deportivo de la Coruña, han logrado resurgir a una plantilla a la que le ha costado digerir la inesperada situación en la que se encuentran. Aunque tras esta derrota el equipo sigue en puestos de descenso, las sensaciones son que el equipo saldrá muy pronto de esa zona de peligro. Las caras de los aficionados al abandonar el estadio mostraban claramente un pensamiento: “Hoy se nos han escapado, pero vamos a salir de ahí”.
La delicada situación que sigue atravesando el equipo no impide que vuelva a existir una completa comunión con la afición. Hasta no hace mucho, todo el que acudía al estadio respiraba un ambiente muy enrarecido, donde inconscientemente se esperaba el fallo de los locales para recriminarles dicho error.
Hoy el ambiente es totalmente distinto. La afición vuelve a estar a muerte con el equipo (no sólo hoy, sino desde hace varias jornadas) y los jugadores responden con un orgullo y corazón dignos de aplaudir. Desde hace varias jornadas los de Javi López han encontrado un estilo y creen en él. El equipo da esai mpresión, que han perdido el miedo. Y la afición no le va a fallar.
Es cierto que el equipo aún tiene cosas que pulir, como las jugadas a balón parado o el acierto de cara a puerta, pero el ambiente es muy esperanzador. El factor psicológico en este deporte es casi tan importante como el físico.
A día de hoy, todo el mundo que rodea al equipo está convencido de que se va a salir de ahí. A veces debes afrontar dificultades para asumir responsabilidades, y esta afición se ha dado cuenta de que si todos remamos a una, este tesoro que es el fútbol profesional en Cartagena va a seguir intacto. Se ha recuperado la fe. El equipo sabe que va a tener que sufrir mucho. Hoy los suyos le han demostrado que no estarán solos.
