CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg)
El Cartagena volvía al trabajo tras la jornada de descanso de este martes en la Urbanización Mediterráneo y desde el inicio se sabía que no iba a ser una sesión más. Los últimos acontecimientos ocurridos en los últimos días han tenido reflejo en la sesión programada para este miércoles por la mañana.
Había gran interés por conocer qué componente del cuerpo técnico dirigiría el entrenamiento tras consumarse la sanción a Julio Ribas y Simón Ruiz. Diversos medios de comunicación y aficionados presenciaban la sesión con el objetivo de conocer este aspecto. En el terreno, Miguel Cuesta y el 'Bomba' Cáceres fueron los encargados de llevar las riendas. Fuera del terreno de juego, Simón Ruiz y Julio Ribas (ambos vestidos de paisano) despachaban los primeros minutos junto a Antonio Manzano - hijo de Florentino Manzano - en una improvisada reunión.
Tras el calentamiento, la mayoría de futbolistas se marcharon a un campo anexo, de fútbol 5, para realizar trabajos específicos dirigidos por Cáceres, algo que suele ser habitual cuando se acude al campo de la Urba. En una esquina, Julio Ribas y Simón Ruiz observaron las evoluciones de los jugadores parapetados tras un quiosco de helados. Algo que a más de uno le hizo levantar suspicacias: "parece que se están escondiendo", fue el comentario más escuchado.
Una vez finalizado el trabajo en el terreno pequeño, se volvió al grande, donde los dos técnicos sancionados se acomodaron en un banquillo para continuar presenciando un entrenamiento en el que no intervinieron en ningún momento. Y al final del todo, llegó un último incidente.
Lo peor estaba por llegar con la pelea entre Ramón Arcas y Nacho Neira, del que informamos en otro apartado de este diario digital. El hecho, que poco después corrió como la pólvora, solamente fue presenciado por dos miembros de SPORTCARTAGENA que presenciaban el entrenamiento desde el inicio. Estábamos en compañía del jefe de prensa del club abinegro Esteban Fernández. Aunque poco después salió a relucir en la rueda de prensa la realidad es que, salvo este diario, no había presente ningún otro medio ya que todos los que acudieron habían abandonado las instalaciones minutos antes Con este amargo sabor de boca se dio por finalizado el entrenamiento.
En definitiva, una movida vuelta al trabajo, dirigida por Domingo Cáceres y Miguel Cuesta, y en la que los sancionados Simón Ruiz y Julio Ribas no intervinieron.
