6 de agosto de 2010, 2:00
De esta manera, con la marcha de Maldonado, en Gijón consiguen hacer realidad la principal petición de la dirección deportiva rojiblanca en el capítulo de salidas. Tanto el entrenador Manuel Preciado como el máximo responsable de la secretaría técnica, Emilio de Dios, habían perdido hace tiempo la confianza en el que, sin duda, fue el fichaje estrella de los gijoneses en la temporada del retorno del Sporting a Primera División.
La salida de Maldonado se había complicado sobremanera, en especial, por cuestiones económicas. El interior gaditano, que ha percibido durante su estancia en el conjunto rojiblanco unos emolumentos considerables, ha intentado, en todo momento, no ver reducidos notablemente sus ingresos en concepto de ficha al tener que regresar a jugar a Segunda División en un momento en el que el mercado está en una época de vacas flacas generalizadas. El compañero Rubén Díaz, en la Nueva España, deja muy clara cómo está la situación en estos momentos.A primeras horas de la tarde ya era oficial: Maldonado, jugador cartagenerista. El tren no se le podìa escapar.
De hecho, el Sporting, con el que a Maldonado todavía le restaba una temporada más de contrato, ha tenido que dar el visto bueno a pagarle la mitad de la ficha para lograr la luz verde a su desvinculación. De este modo, Maldonado, junto a lo que le va a retribuir el Cartagena por sus servicios durante la campaña 2010-2011, no va a ver tan mermados sus honorarios, al menos, en una primera instancia.
En el seno del club gijonés la operación se considera como más que positiva a todos los niveles ya que, además de no contar para el cuadro técnico, la marcha del interior de San Fernando supone un ahorro considerable para las todavía menguadas arcas rojiblancas.
Maldonado desembarca finalmente en el Cartagena después de que su nombre se haya vinculado a lo largo de todo este verano tanto con equipos recién ascendidos como el Levante y el Hércules, como con otros que acaban de perder la categoría, caso del Xerez.
El habilidoso futbolista gaditano, cuya llegada al Sporting en la temporada del retorno a la máxima categoría fue bastante accidentada por las muchas trabas que en aquel momento puso el Betis, nunca llegó a demostrar con la elástica rojiblanca el nivel futbolístico que había llamado la atención de los máximos responsables de la parcela deportiva sportinguista en sus etapas en el Lorca y el Nástic de Tarragona. La prensa gijonesa lo dice con claridad. Otra cosa es que en el Cartagena vuelva por sus fueros.
A sus 29 años, Tati Maldonado se va del Sporting, tras dos temporadas, con un balance de dos goles anotados frente al Barcelona y el Almería y 35 partidos disputados, únicamente 15 como titular. El interior sabe que no puede dejar pasar el tren que le ofrece el Cartagena.
La salida de Maldonado se había complicado sobremanera, en especial, por cuestiones económicas. El interior gaditano, que ha percibido durante su estancia en el conjunto rojiblanco unos emolumentos considerables, ha intentado, en todo momento, no ver reducidos notablemente sus ingresos en concepto de ficha al tener que regresar a jugar a Segunda División en un momento en el que el mercado está en una época de vacas flacas generalizadas. El compañero Rubén Díaz, en la Nueva España, deja muy clara cómo está la situación en estos momentos.A primeras horas de la tarde ya era oficial: Maldonado, jugador cartagenerista. El tren no se le podìa escapar.
De hecho, el Sporting, con el que a Maldonado todavía le restaba una temporada más de contrato, ha tenido que dar el visto bueno a pagarle la mitad de la ficha para lograr la luz verde a su desvinculación. De este modo, Maldonado, junto a lo que le va a retribuir el Cartagena por sus servicios durante la campaña 2010-2011, no va a ver tan mermados sus honorarios, al menos, en una primera instancia.
En el seno del club gijonés la operación se considera como más que positiva a todos los niveles ya que, además de no contar para el cuadro técnico, la marcha del interior de San Fernando supone un ahorro considerable para las todavía menguadas arcas rojiblancas.
Maldonado desembarca finalmente en el Cartagena después de que su nombre se haya vinculado a lo largo de todo este verano tanto con equipos recién ascendidos como el Levante y el Hércules, como con otros que acaban de perder la categoría, caso del Xerez.
El habilidoso futbolista gaditano, cuya llegada al Sporting en la temporada del retorno a la máxima categoría fue bastante accidentada por las muchas trabas que en aquel momento puso el Betis, nunca llegó a demostrar con la elástica rojiblanca el nivel futbolístico que había llamado la atención de los máximos responsables de la parcela deportiva sportinguista en sus etapas en el Lorca y el Nástic de Tarragona. La prensa gijonesa lo dice con claridad. Otra cosa es que en el Cartagena vuelva por sus fueros.
A sus 29 años, Tati Maldonado se va del Sporting, tras dos temporadas, con un balance de dos goles anotados frente al Barcelona y el Almería y 35 partidos disputados, únicamente 15 como titular. El interior sabe que no puede dejar pasar el tren que le ofrece el Cartagena.
