21 de abril de 2013, 23:17
De los 100 árbitros que militan en Segunda B este catalán acabó la pasada temporada en el puesto 97, que ya es y se dice pronto. Los informes previos no podían ser más preocupantes y la verdad es que acabó confirmando todas las expectativas.
Para empezar hubo varias jugadas muy dudosas en el área andaluza en forma de empujones, especialmente a Florian y tambien a Tonino. Ninguno fue sancionado. Fue desigual con las tarjetas, no supo conceder nunca la ley de la ventaja y concedió nada menos que cuatro minutos al final cuando en realidad no hubo motivos para tanto.
Sin llegar a culparle directamente del empate, porque eso habría que achacarlo a los propios futbolistas, a aquellos a los que les faltó la concentración necesaria para dar lugar al disparo que supuso el gol, pero sí es cierto que actuaciones arbitrales como estas son las que sobran en Segunda B y las que hacen que ésta sea una categoría insufrible con arbitrajes tan pésimos como el de este catalán que, desde luego, confirmaba porque acabó en el puesto 97 entre 100. No nos extraña viéndole actuar.
El día que se retire acabará haciéndole un favor al fútbol, árbitros como estos son los que sobran.
