26 de abril de 2010, 2:00
El prepartido respiraba aire puro entre las aficiones. Los locales acudían a su bar habitual a tomarse una cerveza, que refrescase el cuerpo en una calurosa mañana; mientras que los visitantes, tras un largo viaje, disfrutaban de un gran ambiente futbolero en los aledaños del Estadio Municipal Cartagonova.
Buen ambiente en la mañana de hoy en los aledaños y calles próximas al estadio. Desde las 10.00 h., la Alameda de San Antón era un continuo ir y venir de aficionados albinegros, que ataviados con su bufanda, camisetas, gorras y pitos acudían a los bares cercanos al Cartagonova para refrescarse con una cervecita antes del partido.
Hasta dos autobuses se desplazaron de San Sebastian a Cartagena y otros muchos más aficionados donostiarras en sus propios coches para así aprovechar el desplazamiento y conocer Cartagena y a su afición.
El quiosco de la explanada del Cartagonova unía a ambas aficiones a base de trago y trago y provocaba los pronósticos de locales y visitantes. Los primeros veían claro una victoria por goleada, mientras que los segundos se mostraban diplomáticos y repetían: “Empatamos hoy y al final subimos los dos”. Visto lo visto, no van mal encaminados con el primer augurio, ya puestos que acierten los dos.
Finales de abril y principios de mayo son fechas de bodas, bautizos y comuniones, lo que provocó que mucha gente se ausentara en la previa del partido y otros muchos tuvieron que serle infiel a sus colores durante una jornada muy importante.
Este hecho, junto con el de ser jornada económica y la resaca de la victoria frente al Murcia provocó que la venta en taquillas instantes antes del encuentro transcurriera con gran tranquilidad, ya que todo el que quiso ver el partido pudo, al haber quedado sin ocupar unos cinco mil asientos.
Conforme se acercaba la hora del partido, el ambiente era mayor, los cánticos se empezaban a escuchar por todos los rincones exteriores del estadio y los nervios previos se convertían en ganas de coger asiento para ver un gran partido.
Buen ambiente en la mañana de hoy en los aledaños y calles próximas al estadio. Desde las 10.00 h., la Alameda de San Antón era un continuo ir y venir de aficionados albinegros, que ataviados con su bufanda, camisetas, gorras y pitos acudían a los bares cercanos al Cartagonova para refrescarse con una cervecita antes del partido.
Hasta dos autobuses se desplazaron de San Sebastian a Cartagena y otros muchos más aficionados donostiarras en sus propios coches para así aprovechar el desplazamiento y conocer Cartagena y a su afición.
El quiosco de la explanada del Cartagonova unía a ambas aficiones a base de trago y trago y provocaba los pronósticos de locales y visitantes. Los primeros veían claro una victoria por goleada, mientras que los segundos se mostraban diplomáticos y repetían: “Empatamos hoy y al final subimos los dos”. Visto lo visto, no van mal encaminados con el primer augurio, ya puestos que acierten los dos.
Finales de abril y principios de mayo son fechas de bodas, bautizos y comuniones, lo que provocó que mucha gente se ausentara en la previa del partido y otros muchos tuvieron que serle infiel a sus colores durante una jornada muy importante.
Este hecho, junto con el de ser jornada económica y la resaca de la victoria frente al Murcia provocó que la venta en taquillas instantes antes del encuentro transcurriera con gran tranquilidad, ya que todo el que quiso ver el partido pudo, al haber quedado sin ocupar unos cinco mil asientos.
Conforme se acercaba la hora del partido, el ambiente era mayor, los cánticos se empezaban a escuchar por todos los rincones exteriores del estadio y los nervios previos se convertían en ganas de coger asiento para ver un gran partido.
