En el minuto 8 hubo una jugada fortuita que obligó a detener el juego durante unos cinco minutos. El ahora tinerfeñista Elady perseguía el balón con tanto ímpetu que rozó o tocó con sus tacos en la cabeza de Marc Martínez, que salía en ese momento a por el balón.
Rápidamente se detuvo el partido ante la cantidad de sangre que salía de la cabeza de Marc y el primero que se asustó fue el propio Elady, que rápidamente pidió las asistencias y se quedó junto a su compañero y amigo hasta que no se recuperó por completo.