10 de julio de 2009, 2:00
La primera salida a Montilivi exhibe la incógnita de la novedad (tengamos en cuenta que la plantilla del Efesé está en obras, en formación y obviamente no puede ser analizada, es imposible) pero es preferible acudir a Gerona (Girona) antes que hacerlo de estreno de Liga al estadio del Real Betis con toda la artillería pesada delante de Rubén. El Girona hizo una liga muy decente y la pasada competición supo hacerse fuerte en su campo. Ahí está parte del secreto.
El debut en el estadio Cartagonova presenta el reto de tener que vencer a uno de los clásicos equipos, el Rayo de la señora Teresa de Ruiz Mateos (Rumasa, ahora Nueva Rumasa) que igual pueden estar entre los siete primeros que entre los siete de abajo, pero es que este año comienza a soñar por situarse arriba y puede resultar peligroso porque empezar con fuerza concede ventajas y evita que aparezca el estrés.
Y miren por dónde que en la tercera jornada, 13 de septiembre, toca viajar a Irún para librar un partido con el colega de ascenso, Real Unión. Todo puede pasar en el Gal, cerquita de Hendaya. Los guipuzcoanos no están tirando cohetes a la hora de reunir la plantilla, que tiene la base de la anterior, en la que sigue uno de las mejores piezas, Goitxcoetxea.
En la cuarta semana viene a Cartagena nada menos que un buen amigo, David Amaral, al frente del Castellón. Peligro, pues el técnico tinerfeño ya avisa que este año su equipo va por todas en busca de subir.
Y, bueno, ¿para qué seguir? La Liga aprieta pero no asfixia por lo que se refiere al Efesé. Y de los derbis, ¿qué decir? Que llega el primero en Nueva Condomina, en partido histórico pues el Cartagena estrena ese estadio de seis estrellas (¿o son cinco?) el 8 de noviembre, y en la segunda vuelta, el 11 de abril, corresponde a los de la capital devolver visita.
Y un deseo: que el Cartagena no tenga que jugársela en la jornada 42, la última, con el Albacete en la ribera (¿) de Benipila, aunque Juan Ignacio conozca más o menos a su ex equipo.
El debut en el estadio Cartagonova presenta el reto de tener que vencer a uno de los clásicos equipos, el Rayo de la señora Teresa de Ruiz Mateos (Rumasa, ahora Nueva Rumasa) que igual pueden estar entre los siete primeros que entre los siete de abajo, pero es que este año comienza a soñar por situarse arriba y puede resultar peligroso porque empezar con fuerza concede ventajas y evita que aparezca el estrés.
Y miren por dónde que en la tercera jornada, 13 de septiembre, toca viajar a Irún para librar un partido con el colega de ascenso, Real Unión. Todo puede pasar en el Gal, cerquita de Hendaya. Los guipuzcoanos no están tirando cohetes a la hora de reunir la plantilla, que tiene la base de la anterior, en la que sigue uno de las mejores piezas, Goitxcoetxea.
En la cuarta semana viene a Cartagena nada menos que un buen amigo, David Amaral, al frente del Castellón. Peligro, pues el técnico tinerfeño ya avisa que este año su equipo va por todas en busca de subir.
Y, bueno, ¿para qué seguir? La Liga aprieta pero no asfixia por lo que se refiere al Efesé. Y de los derbis, ¿qué decir? Que llega el primero en Nueva Condomina, en partido histórico pues el Cartagena estrena ese estadio de seis estrellas (¿o son cinco?) el 8 de noviembre, y en la segunda vuelta, el 11 de abril, corresponde a los de la capital devolver visita.
Y un deseo: que el Cartagena no tenga que jugársela en la jornada 42, la última, con el Albacete en la ribera (¿) de Benipila, aunque Juan Ignacio conozca más o menos a su ex equipo.
