Víctor Fernández pasa por su peor momento desde que fue elegido entrenador del Cartagena. El emeritense no sólo sigue en la picota sino que crecen las dudas en torno a su continuidad en el banquillo.
Su confianza en él se resquebraja a medida que se amontonan los resultados negativos y aunque su despido, si se produce, no va a ser inmediato, sí podría ser que se estuviera tejiendo y que Eloy Jiménez vuelva a cobrar protagonismo para hacerse cargo del elenco blanquinegro.
En las últimas semanas el enfado de Víctor Fernández con la prensa en general es evidente. Se nota al vuelo. Víctor achaca a los medios informativos en general el haber creado un clima de presión en torno al equipo, al que según el preparador albinegro se le ha responsabilizado por encima de sus posibilidades.
Si es así craso error el del técnico. La prensa de Cartagena, incluyendo radio y televisión, viene siendo una auténtica ‘hermanita de la caridad’ en comparación de lo que se exige en otras ciudades a equipos de parecidos presupuesto y calidad en sus jugadores como los del Cartagena.
Víctor parece haber emprendido un camino sin retorno tratando de eludir la presión que, lógicamente, tienen los jugadores albinegros, muchos de ellos de una calidad innegable y acostumbrados a lidiar con ‘toros’ más grandes que este.
A pesar de todo Víctor no va a ser cesado, si es que así lo fuera, de inmediato. Tanto paco Belmonte como Deseado Flores y Manolo Sánchez Breis estuvieron con él en el vestuario al final del partido. Hablaron con él y han quedado en seguir hablando pero la situación no es buena para el preparador, que está más en la picota que nunca
